El Supremo Tribunal de Justicia (STF) de Brasil dictó este viernes nuevas medidas cautelares contra el expresidente Jair Bolsonaro, en una causa en la que está procesado por un supuesto entramado golpista, entre ellas el uso de tobillera electrónica y la prohibición de acceder a sus redes sociales. El político y militar brasileño calificó la decisión de «máxima humillación» y dijo que nunca pensó dejar el país.
Entre otras de las restricciones que impuso el STF sobre Bolsonaro se encuentran la imposibilidad de hablar con personas que están bajo investigación (entre ellos sus hijos Carlos y Eduardo Bolsonaro) así como con embajadores y diplomáticos. También tendrá que estar bajo arresto domiciliario desde la noche hasta la mañana (desde las 19:00 horas a las 7:00 horas), y también los fines de semana.
Luego de la decisión del tribunal, Bolsonaro dijo a la prensa que se trata de una «máxima humillación» y que nada lo «coloca en un plano golpista» que, además, «no existió». Además, dijo que el proceso es una «persecución» en su contra y que la «sospecha es una exageración».
Como en su comparecencia frente al tribunal en junio, el político de extrema derecha insistió en que lo acusan por un supuesto golpe de Estado «sin fuerzas armadas, sin armas». Al ser consultado si había pensado en salir del país, aseveró que «nunca» estuvo en sus planes.
Los abogados del expresidente reaccionaron a través de un comunicado por la imposición de medidas cautelares.
«La defensa del expresidente Jair Bolsonaro recibió con sorpresa e indignación la imposición de severas medidas cautelares contra él, que hasta ahora siempre cumplió con todas las determinaciones del Poder Judicial», aseguraron en el documento.