Trump impone tarifa de 100 mil dólares a visas H-1B para trabajadores calificados
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de una tarifa de 100 mil dólares para la obtención de nuevas visas H-1B, destinadas a trabajadores extranjeros altamente calificados. La medida, que forma parte de su nueva política migratoria y laboral, ha generado polémica tanto en el ámbito empresarial como en el político internacional.
De acuerdo con la Casa Blanca, el objetivo de esta tarifa es “proteger el empleo de los estadounidenses y garantizar que las compañías que recurran a mano de obra extranjera lo hagan bajo condiciones estrictas y justas”. No obstante, la cifra es considerada desproporcionada, ya que encarecería de manera drástica la contratación de talento extranjero, particularmente en áreas como tecnología, ingeniería, salud y ciencias.
Las visas H-1B han sido históricamente un mecanismo para que empresas de Silicon Valley y otras industrias clave puedan contratar personal altamente calificado de todo el mundo. Actualmente, más de 600 mil trabajadores en EE.UU. laboran bajo este esquema, muchos de ellos originarios de India, China y América Latina.
Organizaciones empresariales en Estados Unidos advirtieron que la tarifa podría afectar la competitividad del país, pues limitaría el acceso a talento especializado y empujaría a las empresas a trasladar operaciones a otros países. “Se trata de una barrera que no solo encarece la innovación, sino que desincentiva la inversión extranjera en Estados Unidos”, señaló la Cámara de Comercio estadounidense. En México, la noticia fue recibida con preocupación, ya que miles de ingenieros y profesionales buscan cada año acceder a estas visas para integrarse a compañías estadounidenses. Expertos en migración señalaron que la medida podría reducir drásticamente las oportunidades para los profesionistas mexicanos.
En contraste, sectores conservadores y sindicatos estadounidenses celebraron la decisión, al considerar que desincentiva la “dependencia excesiva” de las empresas en trabajadores extranjeros y abre más espacios para ciudadanos norteamericanos.
La medida aún deberá enfrentar desafíos legales, ya que distintos grupos empresariales planean impugnarla en tribunales federales bajo el argumento de que viola acuerdos de libre comercio y normas internacionales de movilidad laboral. Mientras tanto, la tarifa de 100 mil dólares se perfila como uno de los cambios más radicales en la política migratoria de Estados Unidos en las últimas décadas.
