¡SORPRESA, ACORDENES Y NO VOTAR!
REDACCION Pachuca, Hgo 29 de Mayo del 2025.
Durante la veda electoral, cuando no se permiten campañas ni propaganda política, los ciudadanos pueden aprovechar ese tiempo para reflexionar sobre sus valores, informarse con responsabilidad y participar en actividades que fortalezcan su comunidad y su conciencia cívica. La democracia en su máxima expresión: repartir acordeones y llamar a la reflexión en plena veda electoral.
Es un momento para pensar críticamente, dialogar con otros y prepararse para ejercer su derecho al voto de manera consciente y responsable. Además, es importante respetar las reglas establecidas para garantizar un proceso electoral justo y transparente.
Sin embargo parece ser que fue sacada de una escena que bien podría de una comedia, la sesión del consejo general del INE nos regaló un espectáculo digno de un premio a la creatividad democrática. La presidenta Guadalupe Taddei, con toda la seriedad del mundo, equiparó la distribución de acordeones —sí, esos objetos que parecen tener más poder que las urnas— con los llamados a no votar. Porque, claro, coaccionar o inducir el voto en la casilla electoral es exactamente igual que decirle a la gente que no vaya a las urnas. ¡Qué lógica tan impecable!
Taddei, con su tono de quien acaba de descubrir el hilo negro, invitó a quienes distribuyen estos acordeones a “cancelar esa acción”, como si fuera tan fácil como apagar la televisión. Pero también, en un acto de generosidad infinita, pidió a quienes insisten en que no debemos votar que guarden silencio y respeten la voluntad de los que sí quieren ir a las urnas. Porque, en realidad, ¿quién necesita libertad de elección cuando podemos tener un consejo que nos diga qué pensar?
El análisis de la diferencia entre inducir y coaccionar fue, sin duda, la parte más profunda de la sesión. Resulta que convencer no es lo mismo que ejercer fuerza o violencia. ¡Qué revelación! La primera es “buena”, la segunda “mala”. Y en esta lógica, todos los que distribuyen acordeones y dicen “vota por tal” están en el lado oscuro de la fuerza, mientras que los que llaman a no votar… bueno, también están en el lado oscuro, pero con un toque de nobleza, claro.
Pero la verdadera joya de la noche fue la declaración de los “sepultureros de la democracia”, como los llamó un consejero con un tono que mezclaba indignación y sarcasmo. La distribución masiva de acordeones, esa práctica “vergonzosa e inmoral”, según el mismo consejero, es obra de partidos políticos y funcionarios públicos que, en su infinita sabiduría, parecen querer enterrar la democracia con cada acordeón repartido. ¡Qué honor ser considerados los sepultureros de la voluntad popular!
Y no solo eso, porque detrás de estos repartos podría estar, nada más y nada menos, que una estructura gubernamental o partidista. ¡Qué sorpresa! La democracia, en su estado más puro, convertida en un campo de batalla donde los acordeones son las armas y la propaganda electoral, la munición. La fiscalía, por su parte, ya fue alertada para perseguir estos delitos electorales, porque, claro, no podemos permitir que la gente tenga libertad de decidir sin que alguien intente persuadirla con objetos musicales.
El INE, en su infinita sabiduría, también reconoció que esta “existencia masiva de guías de votación” y acordeones representa un reto para la autoridad. Pero no se preocupen, que la solución es simple: que todos los que recibieron invitaciones a votar, o no votar, se abstengan y hagan un análisis “personalísimo”. Porque, al fin y al cabo, ¿quién necesita información o reglas claras cuando podemos confiar en la “inteligencia” del votante?
Para cerrar con broche de oro, Taddei confió en la “libertad absoluta” del ciudadano para decidir, porque, en realidad, ¿qué sería de la democracia sin un toque de caos y confusión? Y, por supuesto, hizo un llamado a los servidores públicos y partidos políticos para