Los gobiernos de Estados Unidos y México están devolviendo a decenas de miles de niños y niñas no acompañados por alguien que resguarde su integridad, poniéndolos en todo momento una situación peligrosa.
Desde que el presidente Biden ocupó su cargo en enero de 2021, unos 50.000 niños y niñas migrantes no acompañados han cruzado a Estados Unidos en busca de seguridad, muchos de ellos separándose de sus familias, que han quedado atrapadas en el norte de México tras negárseles la posibilidad de solicitar asilo en la frontera de Estados Unidos con México.