No cabe duda alguna que Luis Donaldo Colosio hizo historia en México así como en la memoria de los mexicanos, fue uno de los líderes políticos y sociales más populares y queridos de la historia contemporánea de nuestro país, se veía como una luz en tanta obscuridad.
Luis Donaldo Colosio fue uno de los candidatos contendientes a la presidencia en 1994, representando al Partido Revolucionario Institucional (PRI) asistió a varios eventos en todo el país para publicitar su imagen como el posible dirigente de la nación.
Era tal su aceptación que abarrotaba todos y cada uno de los lugares donde se presentaba, después de dar uno de sus famosos discursos en la colonia Lomas Taurinas, situada en Tijuana, recibió un disparo que termino con su vida el 23 de marzo de 1994.
Sin duda alguna este lamentable hecho, sacudió al país entero, incluso los medios de comunicación calificaron el asesinato como un magnicidio (homicidio de un presidente), a pesar de que Colosio nunca fue elegido como el ejecutivo oficial.
Sus lecciones de liderazgo son inigualables, era una persona empática que luchaba por las causas ajenas por lo que la popularidad con la gente era inaudita, mostraba una gran sensibilidad hacia los problemas sociales y económicos que enfrentaba el país y en sus discursos hacía visible esa preocupación ya que promovió políticas públicas que buscaban mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, siempre hizo gala de su carácter humilde y accesible, a diferencia de otros políticos de su época.
Colosio tenía una visión clara y ambiciosa para México, soñaba hacer del país un lugar en el que imperara la justicia, la igualdad y la prosperidad, su preocupación por los problemas que enfrentaba México era auténtica, trabajó incansablemente para abordar la pobreza, la desigualdad y la corrupción.
Fue un 23 de marzo de 1994 en Tijuana Baja California donde le candidato se presentaría en una colonia popular, Lomas Taurinas donde se reunieron alrededor de cuatro mil personas para ver al candidato priista, quien ofreció un discurso que terminó alrededor de las 17:08 horas; cuatro minutos después, cuando Colosio caminaba rumbo a su camioneta, uno de los asistentes al mitin puso un revólver calibre 38 cerca del oído derecho del candidato y le disparó, luego del primer disparo, Colosio recibió uno más en el abdomen, seguido de lo anterior, a las 17:20 horas, fue llevado inconsciente al área de Urgencias del Hospital General de Tijuana, donde más tarde darían la lamentable noticia de su muerte.
Mario Aburto, señalado como el Asesino de Colosio, según el expediente desclasificado por MCCI, tres días después de la detención de Aburto, su novia, Graciela González Díaz de 16 años en ese momento, se presentó en la delegación de la entonces PGR en Tijuana, acusó en su declaración que el asesino de Colosio le contó que lo llamaban ‘El Caballero Águila’, que sabía manejar armas, que había vivido en Chiapas durante cuatro meses cuando se gestó el conflicto armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y que lo había llevado el “partido Cardenista”.
«En mi grupo político me llaman el ‘Caballero Águila’. Ya estamos enfadados de que siempre gane el PRI», citó la joven a Mario.
Sin embargo, el 9 de septiembre de 1994 la joven confesó que Mario Aburto no le había dicho lo anterior.
«No, él no me lo dijo. No me dijo lo de las armas, lo de su partido político», dijo Graciela durante un careo.
Tras ser sentenciado a 45 años de prisión, Aburto fue ingresado en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
Aburto continuó sus estudios hasta terminar el bachillerato y que en la cárcel desarrolló gusto por la guitarra, el ajedrez y el futbol.
«Yo no lo maté, lo sabemos Dios y yo» afirma Aburto y se dice «chivo expiatorio», en octubre de 2004, Aburto fue trasladado al penal de Puente Grande, ubicado en Jalisco, donde convivió con el periodista Jesús Lemus, quien escribió un libro sobre la vida diaria dentro del penal de Puente Grande que tituló Los Malditos.
Entre otras historias, el periodista narra en su libro que charló con Mario Aburto hasta en tres ocasiones dentro del penal y en todas le preguntó «¿Sí mataste a Colosio?»
«Si ellos dicen que tú fuiste, pues tú fuiste y no hay otra forma de decir que no. Y mientras, aquí me estoy acabando la vida por algo que ni yo estoy seguro que haya hecho», respondió Aburto a Lemus.
«Te estoy diciendo que no, esa es la verdad y lo sabemos Dios, yo y los que lo mataron que me metieron a mí esta bronca que no alcanzo a comprender. A mí me tocó pagar y todavía no sé por qué, pero sí sé que un día todo se va a aclarar y entonces todos se van a dar cuenta que por mucho estuvieron acusando a un inocente», dijo Aburto en otra ocasión al periodista, añade que Mario ha mandado cartas a todos los presidentes desde su arresto para tratar de explicar lo que pasó, pero que no ha conseguido ser escuchado.
En julio de 2012, Mario Aburto fue trasladado al penal de Huimanguillo, en Tabasco, donde en 2017 comenzó a impartir clases de primaria a otros reos.
Su faceta como profesor es lo último que se sabe sobre Mario Aburto, quien de cumplir su sentencia completa, saldría libre el 23 de marzo de 2039, cuando tendría 68 años.
Según el testimonio de Mario Aburto Martínez, Manlio Fabio Beltrones se encontró con él en persona y lo torturó en la zona de río a altas horas de la madrugada, junto con el comandante Raúl Loza Parra, con tal de tener un “chivo expiatorio”.
Sin embargo, el priista ha negado en varias ocasiones haberse encontrado con Mario Aburto Martínez, Luis Donaldo Colosio fue asesinado con dos disparos por arma de fuego, en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California el 23 de marzo de 1994, y su asesinato ha estado lleno de especulaciones.
Revelan audios de policías con Mario Aburto Martínez en 1994, poco después de su detención por el caso Colosio
Los audios presentados en Milenio con colaboración de la periodista Laura Sánchez Ley registran la voz de dos policías hablando con Mario Aburto Martínez, presuntamente en los minutos inmediatos después de haber sido detenido.
En este breve diálogo, los policías tratan de intimidar a Mario Aburto Martínez e interrogarlo, mientras él les dice que no era necesario que lo torturaran, ya que él estaba dispuesto a cooperar en el caso.
Mario Aburto denunció que su madre y hermana también fueron torturadas durante su detención por el caso Colosio
En la investigación periodística Mario Aburto Martínez denunció que su madre y hermana también fueron torturadas durante su detención por el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Mario Aburto refiere a que mientras a él lo estaban torturando, agentes de la PGR le mostraron fotografías de su madre y hermana, quien entonces tenía 8 años, desnudas, y le advirtieron que si no seguía cooperando con ellos las iban a violar y asesinar.
También como apoyo de esta versión, la periodista Laura Sánchez Ley entrevistó a la madre y hermana de Mario Aburto, quienes actualmente se encuentran viviendo en Estados Unidos, bajo la protección del gobierno estadounidense.
La hermana de Mario Aburto Martínez señaló que ha sido difícil crecer con esta experiencia de vida, y tanto ella como su familia tienen miedo de volver a México.
En el reportaje también se cuestiona el porqué si Mario Aburto Martínez accedió a cooperar con la PGR de este entonces, sufrió de tortura física y psicológica durante años, ya que incluso no se le permitía ver fotos de su familia cuando éstas llegaban por correspondencia.
En esta investigación también Mario Aburto Martínez remarca que fue torturado por Manlio Fabio Beltrones y pide se conozca su caso.