Dolor en pacientes con cáncer
El dolor se define como una experiencia emocional sensorial desagradable, que se asocia con daño en los tejidos actual o potencial, según la asociación internacional para el estudio del dolor.
El dolor es siempre subjetivo, sin embargo, en el dolor agudo es posible observar cambios de comportamiento y algunos signos físicos como cojear, elevación del pulso, palidez, etc.
Estos signos en pacientes con dolor crónico en quienes se conoce una lesión en sus tejidos, con frecuencia no ocurren y dado que no existe hasta el momento ningún método que nos permita medir la intensidad del dolor, el médico tiene que aceptar lo que el paciente le manifiesta y utilizar esta información para valorar la respuesta al tratamiento que ha indicado.
Por otra parte, el dolor crónico frecuentemente se asocia con cambios en la personalidad, en el estilo de vida, así como en la actividad física, además son comunes los síntomas de depresión, desesperanza, perdida de la libido y disturbios del sueño.
El dolor crónico y la depresión con frecuencia coexisten y comparten signos y síntomas similares, no obstante, el médico no debe asumir que las quejas del paciente son solamente por la depresión.
Los estudios clínicos sugieren que un tercio de los pacientes que han recibido tratamiento y hasta un 90% de los enfermos con cáncer avanzado, experimentan dolor de moderado a severo, incluso se estima que un 25% de los pacientes con cáncer avanzado en el mundo, puede morir sin haber aliviado el dolor severo que padecieron.
El tratamiento del dolor, inducido por el cáncer avanzado requiere de un enfoque multidisciplinario que atienda todas las esferas en las que el paciente resulte afectado tanto social, física y psicológicamente. un enfoque así nos permite ayudar al enfermo a que tenga una vida más digna y con menos sufrimiento para él y su familia.
MARÍA DE LOS ÁNGELES ORTIZ DE LAZCANO
ENFERMERA – PARTERA ENFERMEDADES DE LA MUJER
ESPECIALISTA EN ESTUDIO DE PAPANICOLAOU
CEDULA PROFESIONAL: 142826 REG. S.S.A 131