Fernando Savater, Nacido en San Sebastián, fue profesor de filosofía en diversas universidades. En el otoño de 1973 no se le renovó un contrato en Madrid, siendo interpretado como una represalia política por lo que hubo huelgas y protestas estudiantiles.
Tras haber caído el régimen franquista pasó a impartir la asignatura de Ética en la Universidad del País Vasco. Su labor de divulgación y de crítica cultural lo convirtió en un referente para toda una generación en España, que convirtió en superventas títulos suyos como Ética para Amador (1991) o El contenido de la felicidad (1986).
Fernando Savater considera la filosofía como una actividad de crítica permanente, de expresión de la subjetividad e incluso de provocación, lo que traslada en sus obras mediante un estilo audaz y expresivo que, a menudo, utiliza el matiz, la ironía y la paradoja como estructuras de razonamiento. Por otra parte, su estilo ha adquirido un molde literario a través de un proceso gradual de acercamiento a la narrativa en el que se pueden detectar varias etapas.
En 1976 publicó el ensayo La infancia recuperada, en sus páginas se defienden la necesidad de la ficción novelada y la pasión de contar frente a la sofisticación de la narrativa comprometida con la experimentación lingüística y estructural. En su crítica literaria, Savater retoma y propone con entusiasmo la narración fantástica, la historia de los contenidos éticos y heroicos a través del análisis de autores y personajes como Julio Verne, Sherlock Holmes, Guillermo Brown, Jack London o H. P. Lovecraft.
Una etapa posterior de su profundización a lo largo de los itinerarios narrativos se corresponde con Criaturas del aire (1979), en la que una serie de personajes de la historia o de la literatura, como Tarzán, la Bella durmiente, Drácula, Juliano el Apóstata, Mijaíl Bakunin o el mismo Savater, monologan sobre sus vidas, el destino, la violencia, el amor o la muerte, y confirman, desmienten y narran situaciones de su existencia.
En 1981 escribe su primera novela, Caronte aguarda, narración policíaca que mezcla una trama personal con una conspiración política, y que constituye una meditación sobre las formas del mal, el delito y la venganza. A esta le siguieron El diario de Job (1983) y El dialecto de la vida (1985).
También ha escrito obras de teatro, entre las que destacan Juliano en Eleusis (1981), Vente a Sinapia (1983) y Guerrero en casa (1992).