OPINIÓN DE PABLO RUIZ GALVEZ
Guillermo Ochoa, el tristemente célebre e inflado portero de la selección mexicana, ha llegado a la ridícula cantidad de 1000 goles recibidos en su trayectoria como arquero, pasando por diferentes equipos que no tienen ningún peso dentro de las diferentes ligas europeas, y que con el equipo italiano Salernitana, su paso por el viejo continente ha sido una total vergüenza.
Al parecer solo en el equipo de los “millonetas” de papi Azcárraga Jean ha podido tener alegrías, y gracias a eso es que llego a la titularidad de la selección, por ser recomendado de la empresa dueña del América, donde es el único sitio donde nos lo quisieron pintar como el “gran portero” pero que fuera de eso no ha pasado nada con el ahora llamado “coladera” Ochoa.
Sus fans sobre todo de los del América salen a defenderlo con los argumentos absurdos ya muy trillados, “es que lo fichan equipos donde sus defensas son los culpables, y él no puede hacer todo”, basando esa defensa en lo hecho en el mundial de Brasil 2014, donde le detuvo goles cantados al brasileño Neymar; lo cierto es que a nivel de clubes ha sido y es un fiasco su trayectoria como portero.
Su primera experiencia fuera de México, lo hizo en la Ligue 1 de Francia, donde la “coladera” no pudo evitar la triste debacle del Ajaccio, con el que tuvo 116 apariciones y con 186 anotaciones en contra, donde de hecho sufrió el descenso del cuadro de Córcega.
Después marcho al Málaga de España, donde solo disputo 19 encuentros y recibió el mismo número de anotaciones. De ahí salto al Granada, porque en 39 cotejos que disputo, recibió otro saco de goles con 82 anotaciones.
Luego iría a Bélgica con el Standard Lieja, donde jugó 86 partidos y recibió 113 goles, y con esa ya larga cuota de anotaciones en contra, es que regreso a su zona de confort, donde le han apapachado toda su trayectoria, el América, donde en su vuelta al equipo de papi Azcárraga, llego al total de 525 goles.
Su última vergonzosa experiencia la está pasando en el calcio, donde en el modesto Salernitana, tampoco ha sucedido nada extraordinario con Ochoa, solo su larga cuota de goles en contra, donde ni una leyenda del futbol italiano ahora de entrenador Filippo Inzaghi pudo enderezar la nave, y ni siquiera con la incorporación de figuras como Jerome Boateng ha sido suficiente para enderezar el camino, donde al parecer la “coladera” va derechito a un nuevo descenso.
Su más reciente partido que termino por derrota de 4-2 ante el Cagliari, es la prueba fehaciente, que Paco Memo Ochoa es un inflado del futbol mexicano, donde una crítica a él por estas cifras absurdas y merecidas, es tomada por sus defensores como “malinchismo y envidia” cuando en realidad es un precedente de cómo nos venden humo con esta clase de futbolistas, donde los pintan como cracks y nada que ver.