Esta fecha se eligió porque, precisamente, el 11 de julio de fue en 1934, se constituyó el Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SITMMSRM), en Pachuca, Hidalgo, ciudad donde quedó integrada la primera Sección.
La segunda sección se integró en Real del Monte. El colectivo que las forjó fue el de los mineros de la Compañía Minera Real de Monte y Pachuca (CMRMyP).
Así, la principal conmemoración se lleva a cabo cada año en Real del Monte, en el Monumento al Minero Anónimo, símbolo de la ciudad.
Esta fecha tiene como objetivo reconocer a los trabajadores de la minería, una de las actividades económicas de mayor tradición en México, pero también a la actividad misma, cuyas condiciones laborales, que históricamente han sufrido los obreros, ponen en gran riesgo sus vidas.
No de balde los mineros han sido cabeza de movimientos sociales para reivindicar derechos laborales, así como condiciones de vida digna.
A nivel mundial, México es el primer destino de inversión en exploración minera de América Latina, donde ocupa el primer lugar en producción de plata y está entre los diez principales productores de cobre y oro.
También es el segundo mayor productor de fluorita, el tercero más grande de bismuto y el quinto de plomo. Por esta causa la minería en México representa un campo de interés para las inversiones extranjeras.
Los Estados Unidos mexicanos cuentan con un amplio marco normativo para regir las actividades de exploración, extracción, beneficio y cierre de sus minas.
De este modo, la minería no solo representa una actividad económica importante para el país, sino un campo de disputa económica que debe garantizar los derechos a un medio ambiente sano, a condiciones laborales justas y seguras, así como contribuir a una vida digna para los mineros, las comunidades y la nación entera.
