Todo indica una fractura al interior del Partido Revolucionario Institucional, al parecer en este que fue un gran partido es decir el único que había en este País, y hoy parece que está dividido en dos bandos, uno que apoya al 100% a Alejandro Moreno y los que están en su contra, aún se desconoce cuál es mayoría y cual minoría, aunque a simple vista podríamos decir que son mayoría quien está a favor de la reelección del actual líder priista, posiblemente porque no quieren dejar de gozar de los privilegios de los que están gozando actualmente.
Y a esto viene la pregunta ¿Por qué Alito quiere conservar la dirigencia del PRI, después de ver una dirigencia de fracaso que ha llevado a ese partido a los peores resultados en décadas?, pues la respuesta podría ser muy sencilla estamos viendo que “alito” quiere seguir administrando ese presupuesto que estamos pagando los mexicanos que es de más de mil millones de pesos anuales.
Algo que es muy cierto es que dentro del PRI se lucha una guerra de poder por un lado “alito” no quiere dejar la dirigencia y por el otro los viejos ex dirigentes priistas han impugnado los cambios que quieren hacer a su reforma interna para que el actual dirigente pueda seguir al frente.
Debido a ello el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) asumiría las impugnaciones contra la convocatoria para renovar la dirigencia del PRI, en caso de que el partido no responda a los juicios en el plazo previsto, propone en una modificación al proyecto del magistrado Reyes Rodríguez Mondragón.
El magistrado realizó modificaciones al proyecto que hizo público esta semana, que aún no ha sido votado, en el que estableció que la comisión de justicia del PRI tendría que resolver las impugnaciones a más tardar el lunes 22 de julio.
También ordena que, en caso de responder a los juicios de los militantes, tendrá que hacerse público en los estados físicos y electrónicos del partido.
El proyecto del magistrado señala que las impugnaciones son improcedentes, pues conforme al principio de definitividad, los inconformes omitieron agotar la instancia de justicia interna del partido, órgano que en primera instancia debe revisar los actos partidistas reclamado como la convocatoria.
Esta propuesta aún no contempla las impugnaciones presentadas contra la reforma a los estatutos, sino las referentes a la convocatoria y manual de organización.