El Día Mundial de la Alegría, una celebración que ha ganado simpatía y popularidad a lo largo de los años, nació a partir de la brillante idea del colombiano Alfonso Becerra.
Después de asistir a un congreso en Chile, Becerra se dio cuenta de que existía una notable ausencia de festividades que honraran emociones positivas como la alegría. En lugar de eso, muchas celebraciones estaban centradas en conmemorar guerras y conflictos.
En la actualidad, México, Colombia, Chile, Venezuela, Argentina, Honduras, Bolivia, entre otros, son los principales países que han acogido esta festividad con entusiasmo y participación activa. La subjetividad de la emoción no ha sido una barrera para que el Día de la Alegría se convierta en una ocasión para celebrar, compartir y fomentar el bienestar emocional y la salud humana.
La alegría es una emoción poderosa y positiva que influye en nuestro estado de ánimo, bienestar físico y mental. Numerosos estudios han demostrado que experimentar momentos de alegría tiene beneficios significativos para nuestra salud, como reducir el estrés, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar nuestra calidad de vida en general.
El Día Mundial de la Alegría nos invita a cultivar y compartir emociones positivas, fortaleciendo así nuestro bienestar individual y colectivo.