Esta celebración se basa en el calendario católico, que dedica el 1 de noviembre a Todos los Santos y el 2 de noviembre a los Fieles Difuntos.
En el Día de Muertos se cree que las almas de los niños regresan a visitar a sus familiares el 1 de noviembre, mientras que las almas de los adultos regresan el 2 de noviembre.
Para honrar a los difuntos, se preparan ofrendas que incluyen:
Platillos de comida
Pan de muerto
Vasos de agua, mezcal, tequila, pulque o atole
Cigarros
Juguetes para las almas de los niños
Las ofrendas se colocan junto al retrato de los difuntos, rodeados de veladoras.
Si no es posible visitar la tumba del difunto, se pueden elaborar altares en las casas.