Karin Salazar Castillo
En las últimas etapas de la enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas, muchas personas pierden interés en la comida y la persona cuidadora empezará a notar cambios en cómo o cuándo la persona come.
Es posible que ya no sea consciente de la hora de las comidas, ni de cuándo ya ha comido suficiente, de que piense que ha comido mucho y sólo ha probado un bocado, o ya no come diferentes tipos de alimentos, lo que hace que no consuma las proteínas, vitaminas y minerales necesarios para mantenerse saludable.
Para ayudar a la persona que se cuida a comer mejor, la persona cuidadora puede probar diferentes cosas y descubrir lo que les funcione mejor. A continuación se indican algunas sugerencias:
Servir las comidas a la misma hora cada día.
Convertir el área de comida en una zona tranquila y silenciosa. Apagar la televisión, reproductor de música o el radio.
Ofrecer sólo una comida a la vez y no llenar el plato o la mesa con muchas cosas.
Usar platos coloridos para que la persona pueda ver la comida.
Limitar los bocadillos entre comidas.
Asegurar que la prótesis dental de la persona esté debidamente ajustada. Las prótesis dentales que están flojas o que tienen abolladuras o grietas pueden causar dolor o que la persona se atragante, lo cual hace que comer sea difícil. Si la prótesis dental no le queda bien a la persona, hay que quitarla hasta que pueda obtener una que le quede bien.
Informar al médico si la persona que se cuida pierde mucho peso en un periodo corto (comparar la diferencia entre un mes y otro).
Aquí algunas sugerencias específicas sobre alimentos y líquidos para comer y beber:
Alentar la alimentación autónoma, a veces, una persona necesita pistas para empezar. Colocar comida en
una cuchara, poner suavemente la mano de la persona en la cuchara y guiarla hasta su boca.Si no puede, ayudarle a comer.
Darle a la persona comida que puede comerse con las manos como queso, sándwiches pequeños, trozos pequeños de pollo, frutas frescas o verduras. Los sándwiches hechos con pan de pita son más fáciles de comer.
Darle alimentos saludables de altas calorías para comer o beber tales como las malteadas de proteína.
También puede mezclar alimentos saludables en una licuadora y dejar que la persona se beba su comida.
Consultar con el médico qué tipos de suplementos son mejores para la persona.
Tratar de usar grasas saludables al cocinar, como el aceite de oliva. Si la persona tiene una enfermedad del corazón, checar con el médico sobre la cantidad y tipos de grasa que puede usar.
Si la persona tiene diabetes o presión arterial alta, ver con el médico o un especialista de nutrición sobre cuáles comidas debe limitar.
Dar a la persona un multivitamínico, que añade vitaminas, minerales y otras cosas importantes a su dieta, previa consulta con el médico.
Servir porciones más grandes en el desayuno porque es la primera comida del día.
Con el avance de la enfermedad de Alzheimer/demencias relacionadas, es posible que la persona ya no pueda masticar o tragar fácilmente, lo cual es un problema serio, ya que si la persona traga incorrectamente puede causar asfixia o inhalación de alimentos o líquidos en los pulmones, lo que a su vez puede causar neumonía, e incluso puede resultar en la muerte. Las siguientes sugerencias pueden ayudar con los problemas para tragar:
Colocar la comida claramente en la boca evita que la lengua empuje la comida hacia fuera.
Asegurarse de cortar la comida en trozos pequeños y que los alimentos sean suficientemente suaves para comer, como yogur, sopas, puré de manzana, gelatina o flan.
Triturar los alimentos o convertirlos en líquido con la licuadora o un molino de comida para bebé.
No usar popotes o pajillas; podrían causar más problemas al tragar. En su lugar, hacer que la persona beba pequeños tragos de una taza, o utilizar una cuchara pequeña (cafetera).
Limitar la cantidad de leche que la persona toma, si es común que la leche se le atore en la garganta.
Dar a la persona bebidas de diferentes temperaturas (tibia, fría y a temperatura ambiente) para ver cuál le es más fácil de tragar.
Ayudar a la persona a sacar la comida del tenedor o cuchara con la parte superior del labio, en lugar de los dientes.
No apresurarla, la persona necesita tiempo para masticar y tragar cada bocado antes de ofrecerle más comida.
No dar de comer a una persona que esté soñolienta o acostada. La persona debe estar en una posición recta y sentada durante la comida y por lo menos por 20 minutos después de la comida.
Situarse a la misma altura o por debajo de los ojos de la persona que se cuida, evitará que alce la cabeza y se pueda atragantar.
Asegurarse de que la barbilla esté lo máximo posible sobre el pecho.
Acariciar suavemente el cuello de la persona haciendo un movimiento hacia abajo y decirle “trague” para recordarle que lo haga.
Verificar si las pastillas de la persona pueden ser trituradas o tomadas en forma líquida.
Observar para monitorear la respuesta de la persona que se cuida y ajustar la técnica de alimentación con la que responda mejor, según vaya siendo necesario.
Hablar con el médico si se está preocupado por la forma de tragar de la persona con Alzheimer/demencias relacionadas.
Ayudar a la persona con Alzheimer/demencias relacionadas a comer puede ser agotador. Planificar las comidas con tiempo y tener la comida lista puede hacer este trabajo un poco más fácil para la persona cuidadora.
También es necesario tener en cuenta que es posible que las personas coman muy poco en ciertos momentos y luego se sientan con más ganas de comer en otros. Es bueno hacer que la hora de la comida sea lo más agradable y placentera posible, ya que una actitud cálida y afectuosa siempre es importante. Sin embargo, no importa lo bien que se planea, es posible que la persona no tenga hambre cuando la persona cuidadora esté lista para servirle la comida, para no entrar en conflicto, porque se reducen las oportunidades de que ingiera alimentos, hay que armarse de paciencia, pero ser dirigente, tener buenas rutinas de alimentación harán que la persona se familiarice con las características de la hora de la comida y asuma este hábito con mucha más naturalidad.
Se debe observar una buena higiene personal, lavarse bien las manos con agua y jabón, y ayudar a la persona a hacerlo antes de cada comida. Si es necesario, realiza cuidados bucales como enjuagarse la boca antes de las comidas para estimular el apetito. Antes de los alimentos, es buena idea comentar el menú para mejorar su cognición y estimular su interés por los alimentos que toma, qué características nutricionales tienen, cómo se preparan. Esto ayudará a su desarrollo cognitivo y facilitará la comunicación.
Referencias:
https://www.nia.nih.gov/espanol/cuidar-familiar-enfermedad-alzheimer/como-enfrentar-ultimas-etapas-enfermedad-alzheimer
https://helpycare.com/consejos-noticias-servicios-domesticos/como-alimentar-a-una-persona-mayor-dependiente/