II. Aseo personal y vestirse
Karin Salazar Castillo
Por lo general, cuando a una persona le gusta su apariencia (el cómo se ve), se siente con mejor ánimo. Ayudar a las personas con Alzheimer/demencia a cepillarse los dientes, afeitarse, peinarse o ponerse maquillaje y vestirse a menudo puede ayudar en su autoestima.
Aquí, algunos consejos sobre el aseo personal, recordando siempre dejar que la persona haga lo más posible por sí misma:
Sobre el cuidado bucal:
Un buen cuidado bucal ayuda a prevenir problemas dentales, tales como caries y enfermedades de las encías.
Enseñar a la persona cómo cepillarse los dientes, diciéndole cómo hacerlo paso por paso. Por ejemplo, recoja la pasta de dientes, remueva la tapa, ponga la pasta de dientes en el cepillo y luego cepille. Incluso puede hacerse de manera gráfica y pegarlo en el baño de manera visible.
La persona cuidadora puede cepillar sus propios dientes al mismo tiempo.
Ayudar a la persona a limpiar su prótesis dental, asegurándose de que utilice el material de limpieza para las prótesis dentales de modo correcto.
Decirle a la persona que se enjuague la boca con agua después de cada comida y que use enjuague bucal una vez al día.
Si usted tiene que cepillarle los dientes a la persona, use un cepillo con mango largo y con cabezal en ángulo o uno eléctrico.
Llevar a la persona al dentista, seguir sus consejos sobre qué tan seguido debe hacer una visita al consultorio dental.
Otros consejos sobre el aseo:
Animar a una mujer a ponerse maquillaje si siempre lo ha usado. Si es necesario, ayudarle a ponerse polvo y lápiz labial. No utilizar maquillaje para los ojos.
Animar a un hombre a afeitarse y ayudarle si es necesario. Usar una afeitadora eléctrica por razones de seguridad.
Llevar a la persona al barbero o salón de belleza, incluso algunos acuden al domicilio.
Mantener las uñas de la persona cortas y limpias tanto en manos como en pies.
Sobre la hora de vestirse, y al igual que con el aseo personal, dejar que la persona se vista sola por el mayor tiempo posible, pero estar preparado para ayudar si es necesario. Las personas con Alzheimer suelen necesitar más tiempo para vestirse y escoger su ropa puede serle difícil, ya que pueden no recordar cómo hacerlo o angustiarse por las opciones o la tarea en sí, debido a las alteraciones cognitivos y conductuales que caracterizan a la enfermedad; comprender las causas puede ayudar tanto a la persona cuidadora como a quien se cuida:
¿La persona tiene problemas de equilibrio o las habilidades motoras necesarias para sujetar botones o cerrar cremalleras?
¿La persona recuerda cómo vestirse, cómo ponerse la ropa y en qué secuencia?
¿Él o ella reconoce su ropa?
¿Es él o ella consciente de la hora del día o la estación del año?
¿Tiene una condición que pueda afectar el movimiento, como dolor debido al artritis?
¿A la persona le preocupa la falta de privacidad, un cuarto frío, mala iluminación o ruidos fuertes?
¿A la persona se le ordena apresurarse para vestirse rápido?
¿La persona recibe instrucciones claras paso a paso sobre cómo vestirse o la tarea parece demasiado complicada?
¿La persona se avergüenza por vestirse delante de usted o de otros?
Estos son algunos consejos para simplificar las opciones a la hora de vestirse:
Cuando sea posible, darle a la persona la oportunidad de seleccionar sus atuendos o colores favoritos, ofreciendo solamente dos opciones de una prenda (por ejemplo, dos pantalones o dos faldas).
Evitar que los armarios tengan ropa en exceso, ya que puede ser abrumador tener muchas opciones de ropa.
Seleccionar ropa cómoda, sencilla y holgada que sea fácil de poner y quitar.
Chaquetas, camisas y blusas cuyos botones estén al frente son a veces más fáciles de poner que los suéteres.
Sustituir los botones, broches y cremalleras por velcro, para mayor comodidad.
Asegurarse de que la longitud de la ropa sea la apropiada, para evitar tropezones y caídas.
Asegurarse de que la persona utilice zapatos cómodos que no sean resbalosos.
Si la persona utiliza silla de ruedas, adaptar la ropa normal para proteger su privacidad y permitir una mayor comodidad.
Asegurarse de que la ropa sea suelta, especialmente en la cintura y las caderas, y de que las telas que sean suaves y elásticas.
Organizar el proceso de vestirse, entregando una prenda a la vez mientras se le dan instrucciones cortas y sencillas, como «ponte la blusa/camisa,» en lugar de «vístete”, o darle instrucciones sobre cómo vestirse paso por paso, también puede hacerse de manera gráfica y tenerlo visible,
Colocar la ropa en el orden en que debe ponerse cada prenda.
No apresurar a la persona a vestirse. Apurarla puede causar ansiedad.
Si la persona quiere usar la misma ropa en varias ocasiones, intentar conseguir prendas iguales o tener opciones similares disponibles.
Está bien si la persona quiere usar varias capas de ropa, sólo hay que asegurarse de que él o ella no se encuentren demasiado calientes.
Cuando esté en el exterior, asegurarse que la persona este vestida apropiadamente para el clima.
Está bien si la ropa no combina.
Referencias:
https://www.nia.nih.gov/espanol/cuidar-familiar-enfermedad-alzheimer/proporcionar-cuidado-diario-persona-alzheimer
https://www.alz.org/ayuda-y-apoyo/cuidado/cuidado-personal/vestirse?lang=es-MX
https://refrescamelamemoria.com/