Durante muchos años, la radio fue uno de los medios de comunicación más importantes en el mundo. Gran parte de los recuerdos de nuestros padres y abuelos se formaron a través de aquella máquina que emitía diversidad de sonidos, y gracias a la cual su imaginación se desarrolló de maneras que hoy nos es un tanto difícil comprender.
El 10 de noviembre de 2011, la Conferencia General de la Unesco en su 36ª reunión, estableció el Día Mundial de la Radio con el objetivo de hacer de éste un medio interactivo que propiciara el debate de distintos temas importantes para la colectividad. La fecha se eligió porque ese mismo día, pero de 1946, la ONU creó la Radio de las Naciones Unidas.
Esta jornada es un buen momento para reflexionar en torno a estas preocupaciones y recordar cómo este medio fue un ingrediente fundamental en la construcción de las democracias actuales.
Las emisoras han sido encargadas de servir a distintas comunidades a través de programas, puntos de vista y contenidos, pero también han prestados sus micrófonos para que las voces de las minorías, de los invisibilidades y de quienes buscan protestar por tratos injustos, difundan sus importantes mensajes.
No podemos dejar de mencionar a las radios comunitarias e indígenas que en México han sacado a la luz las problemáticas que viven las zonas marginadas.