Se celebra cada año el 1 de marzo para promover la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas, sin importar su origen étnico, nacionalidad, religión, sexo, género, orientación sexual, identidad o expresión de género, edad, discapacidad o cualquier otra condición individual, social o cultural.
Esta celebración fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2013, y busca crear conciencia sobre los efectos perjudiciales de la discriminación en todas sus formas, y promover la inclusión y el respeto por la diversidad.