En
los últimos días, el video del Dalai Lama, besando a un niño y pidiéndole que
le chupe la lengua, ha provocado que organizaciones defensoras de los derechos
de las infancias se declaren en contra del tal acto. La Red por los Derechos de la Infancia en México
(REDIM) calificó la situación como “absolutamente inadmisible”
ya que Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir una
vida libre de toda forma de violencia y a que se resguarde su integridad
personal, a fin de lograr las mejores condiciones de bienestar y el libre
desarrollo de su personalidad.
Afirman que una disculpa que
realizó el jerarca religioso vía Twitter no es suficiente.
La polémica alrededor del mundo
suscitaron las imágenes del Dalái Lama interactuando
con un niño, a quien besó en la boca y le preguntó si quería chuparle la
lengua.
El hecho se dio en medio de un
evento organizado por la Fundación M3M en un templo del Dalái Lama en
Dharamshala, una ciudad ubicada al norte de la India, el 28 de febrero; sin
embargo, el video se hizo viral hace solo unos horas y días que se ha cuestiono la actitud del líder religioso a tan
repugnante ante tal hecho.
Solo días después el líder
espiritual tibetano se disculpó por su actuar a través de un comunicado
oficial en su sitio web oficial con el niño y su familia «por el daño
que pueden haber causado sus palabras».
Asimismo el partido opositor
sudafricano Luchadores por la Libertad Económica (EFF) pidió a la India la
detención y el procesamiento del Dalái Lama por “abuso infantil” tras
la polémica desatada por un vídeo difundido en las redes sociales en el que el
líder budista pide a un niño que “chupe su lengua” durante un evento.
De acuerdo con la agencia Alerta
Mundial, desde todo el Mundo, defensores del Dalai Lama han argumentado
que el religioso estaba bromeando “vaya forma de bromear”. Además,
argumentan que en El Tíbet, sacar la lengua es una forma común
de saludo y que culturalmente implica deseos de paz. Sin embargo, el
video generó controversia por quienes observan en el hecho una
sexualización del menor ante un sujeto que por su
investidura religiosa ostenta una posición de poder, lo que coloca
el niño en una posición de vulnerabilidad y violencia por parte del jerarca
religioso.
Por su parte usuarios en Twitter calificaron como inapropiado el
contacto entre el líder religioso y el niño, incluso si este es considerado
normal dentro de la sociedad del Tíbet, no lo es así en los tratados internacionales que
defienden la integridad de los menores y adolescentes.