El 9 de septiembre como homenaje a aquellas personas que dedican su vida al cultivo de la tierra con la finalidad de producir alimentos de la máxima calidad para el consumo de una sociedad creciente. Este día sirve para recordar los retos que debe afrontar el sector agrícola a escala global como necesaria adaptación al cambio climático ya los nuevos hábitos de consumo.
Al ojo humano los microorganismos son inapreciables, pero si hundimos una cuchara en el suelo descubriremos que hay más microorganismos que habitantes en la Tierra. Según fuentes de FAO, los científicos sólo conocen un 2%. Entre sus funciones esenciales se encuentra la de mantener la fertilidad del suelo, que se emparenta con la cantidad de materia orgánica. Su pérdida por la erosión y la intensificación de prácticas agrícolas nada preventivas han arrojado con frecuencia suelos desequilibrados. Los agricultores entienden generalmente que gran parte de la rentabilidad del cultivo viene dada por la fertilización mineral. Hay que fertilizar no solo la planta, sino el suelo, porque su parte viva es también necesaria para el desarrollo vegetal.