Al menos 27 personas muertas y cuatro más desaparecidas dejó el huracán Otis a su paso por el estado mexicano de Guerrero, en especial en la ciudad de Acapulco.
La tormenta de categoría 5 golpeó el icónico balneario turístico con una categoría de 5, con vientos máximos sostenidos de 260 km/h y rachas de hasta 315 km/h, siendo uno de los huracanes más fuertes que se hayan registrado en el Pacífico mexicano.
El número de muertes y desapariciones fue confirmado por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del país, durante la conferencia de prensa matutina de la presidencia, conocidas como «las mañaneras».
La funcionaria indicó que el sector hotelero fue especialmente afectado y agregó que el sistema de alerta antisísmico de la ciudad también había resultado dañado.