El 18 de julio de 1872, en sus habitaciones del ala norte de Palacio Nacional, murió el entonces presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el licenciado Benito Pablo Juárez García, víctima de un ataque al corazón.
Tras su muerte, se realizaron diferentes homenajes en su nombre y, en la actualidad, sus restos mortales se encuentran en el Museo Panteón de San Francisco, en la Ciudad de México.
Benito Juárez ocupó diferentes cargos públicos, políticos y académicos a lo largo de los años, de los cuales extrajo gran experiencia, que le permitió desarrollar sus ideales políticos y construir paso a paso, una carrera en la arena política hasta alcanzar la presidencia de México. Por su labor política es conocido también como el “Benemérito de las Américas”, considerado el impulsor de la reforma al dirigir victoriosamente la resistencia y sentó las bases para el funcionamiento de un sistema liberal mexicano en un Estado de derecho.