Huejutla de Reyes, Hgo., 1° de noviembre de 2024.
Miles de personas acuden a disfrutar de la fiesta grande de la Huasteca Hidalguense
En compañía de la presidenta del Patronato del Sistema DIFH, Edda Vite Ramos, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, realizó un recorrido por el centro ceremonial instalado en el marco de las festividades del Xantolo 2024, espacio en el que destacó la grandeza cultural y gastronómica que oferta la región huasteca en esta temporada.
“Es un privilegio estar en el corazón de la Huasteca, pues celebramos una conexión espiritual entre dos planos, y esta fiesta nos permite recordar a quienes estuvieron con nosotros. Aprovechamos la visita para hacer un ejercicio constante de demostración de lo que tenemos en Hidalgo”, puntualizó.
Durante este recorrido el mandatario hidalguense fue recibido por artesanas y artesanos locales, quienes lo hicieron partícipe de estas actividades que propician los esfuerzos para preservar una de las tradiciones más emblemáticas de la región Huasteca.
Entre altares adornados con flor de cempasúchil, 13 arcos monumentales, velas, colores, bordados tradicionales, música, frutas, platillos típicos y olor a copal, las distintas autoridades caminaron por este magno escenario que este año lleva por nombre “Xantolo 2024: una ofrenda terrenal a nuestros muertos”.
Pachuca de Soto, Hgo., 1° de noviembre de 2024.
La Secretaría de Bienestar e Inclusión Social (Sebiso) obtuvo el segundo lugar en el concurso de altares organizado por la Secretaría de Cultura del estado, al enaltecer la cultura otomí de la región oriental y la representación de las festividades de la comunidad de Santa Ana Hueytlalpan.
La ofrenda a los muertos, colocada por personal de la Sebiso, y sus organismos descentralizados, el Instituto para la Atención de las y los Adultos Mayores del Estado de Hidalgo (IAAMEH), así como del Instituto de la Juventud (IHJ), integró elementos en honor a la única comunidad indígena del Valle de Tulancingo.
Esta representación contempló los elementos más importantes y representativos de la cultura otomí, retomados de una investigación del Instituto Nacional de Antropología (INAH) y pobladores de la comunidad, quienes detallaron cinco rituales para honrar a sus difuntos.
En el altar también se hizo un pequeño homenaje a uno de los primeros luchadores de nuestro país originario de la región, el Ciclón Veloz, gladiador que tuvo la oportunidad de luchar en contra del popular Enmascarado de Plata “El Santo”.
Cabe hacer mención, que de las cinco celebraciones reflejadas en este altar, tres son rituales prehispánicos denominadas por los pueblos originarios como costumbres, mientras que dos de ellas, surgen tras el sincretismo, e integran cuestiones religiosas denominadas dentro de la cultura otomí de la región oriental como “Todos Santos”.
La Sebiso obtuvo el segundo lugar, por el respeto a la cosmovisión del pueblo otomí y la pertenencia cultural de la ofrenda. En el altar, fue valorada la integración de elementos, así como la investigación, pero, sobre todo, que se respetó el simbolismo y sus deidades ancestrales como Zitú y que lo ubican en el cerro del Napoteco dónde acuden a realizar ceremonias.
Esta celebración se basa en el calendario católico, que dedica el 1 de noviembre a Todos los Santos y el 2 de noviembre a los Fieles Difuntos.
En el Día de Muertos se cree que las almas de los niños regresan a visitar a sus familiares el 1 de noviembre, mientras que las almas de los adultos regresan el 2 de noviembre.
Para honrar a los difuntos, se preparan ofrendas que incluyen:
Platillos de comida
Pan de muerto
Vasos de agua, mezcal, tequila, pulque o atole
Cigarros
Juguetes para las almas de los niños
Las ofrendas se colocan junto al retrato de los difuntos, rodeados de veladoras.
Si no es posible visitar la tumba del difunto, se pueden elaborar altares en las casas.