Para nadie es un secreto que la reforma al poder judicial ha sido un tema bastante controvertido, por un lado, está la mayoría que es pueblo
y exige un cambio, por el otro “la elite dorada” que son principalmente quienes siguen oponiéndose a ceder a la elección que se aproxima y a
los cambios que conlleva la reforma al poder judicial, la cual ya es una norma constitucional.
En días pasados la presidenta Claudia Sheinbaum acusó a Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia, de obstaculizar la elección del Poder Judicial, asegurando que Norma Piña y “algunos ministros” han realizado tres acciones en contra de la reforma constitucional como ha sido evitar que los recursos de los fideicomisos de la SCJN se reintegren a la Tesorería de la federación, mediante amparos.
La segunda, detener los trabajos del comité de evaluación del Poder Judicial, dejando a tres mil personas inscritas sin la posibilidad de participar. Y la tercera, disminuirles prestaciones a los trabajadores.
La presidenta Sheinbaum expuso que algunas ministras y ministros de la Corte actúan en contra de la reforma judicial al interrumpir trabajos para la elección del 1.° de junio, evitar la entrega de fideicomisos y reducir prestaciones a los propios trabajadores.
Recordemos que Norma Piña convocó a reunión con la presidenta de la Corte para pedir que se les dé más dinero. “Piden ellos la reunión para pedir más presupuesto, ese fue el objetivo de la reunión pedirle a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez y a la consejera Jurídica, Ernestina Godoy, más presupuesto porque no les alcanza para cubrir a los trabajadores. !Claro que les alcanza! Nada más que ellos se bajen sus prestaciones”, aseveró. “No hay argumento para seguir en contra de la elección”.
La Presidenta enfatizó que, sin importar los intentos que haga la Corte, el 31 de enero se van a dar a conocer las personas que participarán en la elección judicial del 1 de junio.