Por: Karin Salazar Castillo
¿Qué es la depresión?
Todas las personas se sienten tristes o decaídas de vez en cuando, pero estos sentimientos suelen desaparecer.
La depresión es diferente, ya que es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por la tristeza y el desánimo.
Se asocia, además, con alteraciones físicas y cognitivas, debido a que afecta el desarrollo funcional de la persona, es decir, cómo se siente, piensa y coordina actividades diarias como dormir, comer o trabajar, así como a las relaciones sociales o al lenguaje.
La depresión puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad, el género, la raza o la etnia, los ingresos, la cultura o el nivel educativo. Hay investigaciones que sugieren que los factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos desempeñan una función en la depresión, y lo hace de diferentes maneras.
En el caso de las personas adultas mayores, pueden sentir tristeza o aflicción, o pueden tener otros síntomas menos evidentes. Además, la depresión puede ocurrir conjuntamente con otros trastornos mentales o enfermedades crónicas que pueden empeorar, o bien contribuir a ella, debido a que en ocasiones los medicamentos que se toman para una enfermedad causan efectos secundarios que también contribuyen a los síntomas de depresión. En casos severos, los problemas de memoria y de pensamiento pueden ser muy notables.
La depresión también puede ser diferente en los hombres y las mujeres, con respecto a los s síntomas que tienen y las conductas que muestran para afrontarlos. En algunas personas, los síntomas se manifiestan como problemas físicos (palpitaciones, opresión en el pecho, dolores de cabeza crónicos o problemas digestivos).
Asimismo, la relación Depresión-Alzheimer es tan estrecha que algunos consideran que la depresión es un síntoma más del alzheimer o que su surgimiento a edades avanzadas es un factor de riesgo significativo de padecer un trastorno neurocognitivo mayor; mientras que otros plantean que la depresión es la reacción de la persona en las primeras fases de la enfermedad ante la consciencia del deterioro creciente.
Cualquiera que sea la respuesta, la realidad es que existe un vínculo, ya que comparten algunos síntomas, como problemas de concentración, memoria y toma de decisiones, así como pérdida de interés o de placer en las actividades diarias y retraimiento social. El tratamiento puede ayudar a una persona deprimida a recuperar parte o todo su razonamiento y cognición.
Aunque por lo general, el tratamiento de la depresión incluye psicoterapia (presencial o virtual), medicamentos o ambos. El tratamiento ideal de la depresión dependerá de las características específicas del tipo de depresión y debe ser personalizado.


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Referencias:
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/depresion
https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion-sp