
El Vaticano celebró este domingo la última misa de las Novendiales, el periodo de nueve días de luto oficial por el fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido el pasado 21 de abril. La ceremonia fue presidida en la Basílica de San Pedro por el cardenal francés Dominique Mamberti, quien elogió la valentía y determinación del pontífice en sus últimos días.
Durante su homilía, Mamberti destacó que Francisco «sirvió al pueblo de Dioshasta el final», y recordó su firme llamado a los poderosos para «obedecer a Dios antes que a los hombres». El cardenal, que ostenta el cargo de protodiácono del Colegio Cardenalicio, será el encargado de anunciar al mundo al nuevo pontífice con la tradicional fórmula Habemus Papam.
Concluido el luto, la Iglesia se alista para el cónclave que comenzará el próximo miércoles 7 de mayo, con la misa Pro Eligendo Pontifice a las 10:00 hora local.
Ese mismo día, por la tarde, se realizará la primera votación en la Capilla Sixtina. En el cónclave participarán 133 cardenales electores menores de 80 años, quienes estarán aislados del mundo exterior para garantizar la confidencialidad del proceso.
Como es tradición, el resultado de cada votación será anunciado mediante humo: blanco si se ha elegido un nuevo Papa, negro si no hay consenso. Para preservar el secretismo, se desactivarán cámaras, sensores y se restringirá el acceso a las áreas del Vaticano donde se alojan los cardenales y sus asistentes.
Este lunes, todos los trabajadores que prestarán servicio durante el cónclave deberán prestar juramento de discreción. En tanto, los cardenales continuarán con las congregaciones generales, que funcionan como foros de diálogo previo al cónclave. Ante la solicitud de algunos purpurados de contar con más tiempo para debatir, las reuniones se ampliarán a dos sesiones: una matutina y otra vespertina.