Poco después de las 8:30 pm, la figura carismática de Jorge «Coque» Muñiz subió al escenario. Su presentación, un preámbulo cargado de emoción cuidadosamente orquestada, preparó el terreno para un momento verdaderamente excepcional: el regreso de Verónica Castro a los escenarios después de seis años de ausencia. La ovación que recibió fue ensordecedora.
Una noche llena de nostalgia y emociones, el Auditorio Nacional se transformó en un santuario musical para honrar a Marco Antonio Muñiz, una de las voces más emblemáticas del romanticismo latinoamericano.
Con 70 años de trayectoria, el llamado “Lujo de México” vivió una noche muy especial durante el emotivo homenaje que recibió por parte de importantes figuras del mundo del entretenimiento como: Francisco Céspedes, Carlos Cuevas, Pedro Fernández, Tania Libertad, Ednita Nazario, Gilberto Santa Rosa, Emmanuel y Mijares quienes contaron varias anécdotas.

Además, interpretaron en su honor, los temas en el concierto homenaje al queconvocó su hijo, Jorge “El Coque” Muñiz, y que se llevó a cabo bajo la conducción de Verónica Castro.

Pero la noche no giraba en torno a una sola estrella. Era un homenaje, un viaje a través del tiempo dedicado a la obra de Marco Antonio Muñiz, el «Lujo de México». La velada comenzó con la presentación de «Los Tres Ases»: Antonio y Rodolfo Muñiz, junto a Axel Muñiz (nieto del homenajeado), reviviendo los inicios de la legendaria carrera del maestro.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando Marco Antonio Muñiz subió al escenario mientras los invitados especiales interpretaban “Por amor”, su icónico tema. La emoción por parte de los artistas y del público presente se desbordó en ese instante, que el artista agradeció visiblemente conmovido.
Clásicos inmortales como «Sabor a mí», «Historia de un amor», y «Estoy perdido» resonaron en el recinto, transportando a más de 9,000 espectadores a la época dorada de la música romántica. Cada nota, cada acorde, era una pincelada en un lienzo de recuerdos y emociones.
Cada artista, con su estilo único, aportó su granito de arena a este tributo. Sus interpretaciones fueron impecables, pero el evento trascendió la mera ejecución musical. Las anécdotas compartidas entre los artistas, revelaron la admiración profunda y el cariño que sienten por el legado de Muñiz. “Canté ese tema y gané, muchas gracias don Marco Antonio por existir,” compartió Céspedes, reflejando la influencia perdurable del homenajeado.
La noche se tejió con música, recuerdos, y emociones genuinas. Un reconocimiento a una trayectoria excepcional, un legado musical que trasciende generaciones.