Son varios los sobrenombres que rememoran ese pasado glorioso.
El más famoso es «el granero del mundo», una referencia al poderoso modelo agroexportador que llevó a Argentina a ser rica hace un siglo, y hoy sigue siendo su principal sustento económico.
También está de «la París de Sudamérica», una alusión a la bella arquitectura de estilo europeo de la capital argentina, que hoy desentona con la realidad de un país en el que el 56% de los niños son pobres”.
Sin embargo con la llegada de Javier Milei, el peso se hunde, quien es, Milei, es un economista que fue comentarista de televisión y político para ser el presidente de Argentina Javier Milei, debiendo recordar que cuando ha afirmado, que los humanos no causaron el cambio climático, cuando dijo que la gente debería poder vender sus órganos o cuando aseveró que la moneda de su país “no sirve ni para abono”.
Además nunca se podrá olvidar: que en el año del 2020, Milei, quien se identificaba como católico. Y calificó al papa Francisco de “imbécil” y dijo que “es el representante del maligno en la Tierra”. También dijo que el papa siempre está “parado del lado del mal” porque apoya los impuestos. Quien en una entrevista con el expresentador de Fox News Tucker Carlson, Milei dijo que el papa “tiene afinidad por los comunistas asesinos” y viola los Diez Mandamientos al defender la “justicia social”.
Fueron expresiones demasiados atrevidas para el hombre que intenta hoy dirigirá como presidente de Argentina, donde casi dos de cada tres personas se identifican como católicas, donde el Estado es oficialmente católico y el papa argentino es, y para muchos, un héroe nacional.
Por ello; es sorprendente Javier Milei arraso en las pasadas elecciones en Argentina, donde el ultraderechista triunfo sobre el ministro de Economía, Sergio Massa, pudo Milei convenció a los argentinos con un discurso nuevo y rupturista, que él define como libertario y anarco-capitalista, acaba con el dominio en las urnas de las fuerzas del peronismo/kirchnerismo vs el antiperonismo/macrismo, y se transforma en el primer economista en llegar a la Casa Rosada.
Reiteramos que Argentina fue uno de los países más ricos de Latinoamérica, sin embargo, lleva años con una inflación galopante, que actualmente supera el 140% anual e índices que ponen al 40% de las personas por debajo de la línea de pobreza, lo que posiblemente los llevo a confiar en los discursos del economista, quien propone un cambio, que incluye dolarizar la economía, deshacerse del Banco Central, y reducir drásticamente, acorde con las ideas «minarquistas»- la dimensión del Estado, suprimiendo ministerios, eliminando obra pública y privatizando empresas estatales. Milei no ganó diciendo que gastaría más, sino menos. También afirmando que combatirá lo que llama con desprecio “la casta política”.
En cuanto a la relación del presidente electo con nuestro país, debemos decir que Milei, cree que los mexicanos somos de mente pequeña, incluso en algún momento hablo mal del presidente Andrés Manuel López Obrador, y aunque puede que ambos mandatarios tengan una idea parecida de lo que quieren para sus respectivos países, están muy lejos de pensar igual.
A diferencia de AMLO, Milei quiere privatizar todo, desde la salud hasta la educación, por lo que ya se ha topado con las primeras resistencias de sindicatos y titulares de medios públicos a su plan de ajuste que incluye la drástica reducción del gasto público.
Varios gremialistas reaccionaron al plan del economista de ultraderecha de que Aerolíneas Argentinas pase a manos de sus empleados y potenciar el mercado de “cielos abiertos” para incrementar la libre competencia con todas las líneas aéreas que quieran venir al país.
“Si se quiere cargar Aerolíneas nos va a tener que matar y, cuando digo matar, literalmente va a tener que cargar muertos”, advirtió Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Porque se parecen Milei, Bolsonaro y Trump son a menudo descritos por algunos analistas como líderes populistas de un nuevo movimiento global de la «derecha antipolítica» (o, para algunos, la «derecha radical» o la «extrema derecha») construido cuestionando a la derecha tradicional.