Ayer lunes 22 de mayo el presidente López Obrador, en su ya acostumbrada conferencia mañanera, en compañía de Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), y Javier May Rodríguez, director de Fonatur y encargado del Tren Maya, así como los gobernadores de Chiapas y Tabasco y en relación a la toma de las vías de Ferrosur por parte de la Marina, afirmó que se trata de una “recuperación de una concesión” y no de una expropiación, como han reclamado sus opositores y la iniciativa privada. Además, destacó la total legalidad y constitucionalidad de esta acción.
Cuando se le cuestionó sobre la duración de la ocupación de las vías, el presidente mexicano no proporcionó un plazo específico, indicando que todo dependerá de la actitud de la empresa involucrada.
El mandatario federal afirmó que busca evitar la privatización de las obras públicas en curso en el sureste del país, como el Tren Maya, con el fin de asegurar un futuro de justicia para las generaciones venideras.
Así mismo el mandatario reveló que Germán Larrea Mota Velasco, representante de Grupo México, solicitó al Gobierno una compensación de 9,500 millones de pesos por las vías de Ferrosur en Veracruz, las cuales formarán parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, a lo que AMLO consideró esta demanda como injusta y abusiva, pues considera que la cantidad exigida por Larrea Mota Velasco era exorbitante y reafirmó la necesidad de tomar decisiones que beneficien al país en su conjunto, evitando el beneficio desmedido de unos pocos particulares.
En ese sentido, López Obrador manifestó su compromiso de velar por el interés nacional y de salvaguardar los recursos y proyectos estratégicos para el desarrollo de México, sin permitir abusos que afecten a la nación y a las futuras generaciones.
