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OPINIÓN DE: MARÍA GIL
PACHUCA, HGO., 02 DE MARZO DE 2025
El Senado de la república aprobó la reforma energética que refuerza el papel dominante de las empresas estatales Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), al tiempo que abre nuevas oportunidades para la inversión privada con el objetivo de alcanzar la autosuficiencia energética del país, Tras más de 10 horas de sesión, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la reforma constitucional que regresa el estatus de “empresas públicas del Estado” a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Luego de discutir las 260 reservas que los legisladores propusieron, la reforma fue aprobada en lo general con 353 votos a favor y 122 en contra. Mientras que, en lo particular, se aprobó con 350 votos a favor; 111 en contra, y una abstención. Posteriormente, fue mandada al Senado de la República.
La única reserva avalada fue presentada por la diputada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Ana Elizabeth Ayala Leyva, quien propuso modificar los artículos 27 y 28 del dictamen. Ello, a título personal y en nombre del presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal Ávila.
Debemos recordar que la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto, se consideró una privatización del sector energético, afectando la soberanía nacional sobre los recursos energéticos.
Dentro de los aspectos clave de la aprobación a leyes secundarias en la reforma energética se encuentran, la colaboración público-privada, es decir que Pemex tendrá mayor libertad y mejores condiciones para asociarse con empresas privadas en diversos esquemas de inversión, manteniendo el control de los proyectos.
Generación de electricidad: La CFE deberá producir al menos el 54% de la electricidad en México, priorizando la generación de electricidad por parte de la empresa estatal.
Transición energética: La reforma promueve la transición a fuentes de energía renovables, buscando equilibrar la autosuficiencia energética
con el compromiso ambiental.
Sin duda alguna esta reforma marca un cambio significativo en la política energética de México, buscando fortalecer las empresas estatales mientras se fomenta la inversión privada y se avanza hacia una matriz energética más sostenible.