López Obrador ha puesto en duda el funcionamiento de este búnker en el sexenio de Calderón dado los vínculos de García Luna.
El día de ayer, presidente Andrés Manuel López Obrador, dio su ya acostumbrada conferencia mañanera desde el búnker del ex secretario de seguridad, Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos por narcotráfico, desde la planta alta del antiguo centro de operaciones de inteligencia de la Policía Federal.
Esta vez la conferencia mañanera aun que tuvo el mismo formato que siempre, contó con 120 personas acreditadas entre reporteros, camarógrafos y YouTubers. Así mismo acompañaron al Presidente la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez.
Se dio a conocer que el búnker de García Luna, tuvo un costo de 3 mil mdp, actualmente este edificio se convirtió en un centro de inteligencia de la Guardia Nacional.
Al término de la conferencia mañanera se dio un recorrido por el búnker.
El «Búnker» era uno de los grandes orgullos de García Luna y es que se presumía como el Centro de Investigación Criminal de la Policía Federal, una construcción con tres niveles subterráneos donde se tenían bases de datos desde mapas georeferenciados, rastreo, laboratorios para investigación forense, entre otros.
Operaba más de 15 mil conexiones simultáneas y 40 millones de transmisiones protegidas de información. Era la base de inteligencia criminal más importante de América Latina y la confiabilidad que tenía permitía que las visas Global Entry de Estados Unidos tuvieran en ella su primer control de seguridad.
Dentro de este búnker se construyó un centro de mando estratégico para el Presidente de la República en un caso de emergencia extrema que le permitiría mantenerse al frente del país y gobernando, sin quedar desconectado, por ejemplo, en un terremoto devastador con una magnitud superior de nueve.
Además, dentro de él se encontraban alrededor de 600 estaciones de intervención telefónica, que al llegar el Gobierno de Enrique Peña Nieto fueron trasladadas al Cisen y se cambió el propósito de la vigilancia.
En el Centro Nacional de Inteligencia había otra área restringida para todos aquellos que no tuvieran doble certificación por parte de la CIA y la DEA, donde se daba seguimiento a las operaciones secretas de los dos países contra el crimen organizado trasnacional en tiempo real.