El Senado entregó la máxima condecoración que da, la medalla Belisario Domínguez, a la escritora, periodista y activista Elena Poniatowska, la cual se vio manchada por los conflictos políticos de los legisladores.
La gran escritora mexicana Elena Poniatowska dedicó el discurso de aceptación de la Medalla Belisario Domínguez, y el máximo reconocimiento a un ciudadano de México, para hacer una exaltación al periodismo, escritora y activista, su gran pasión desde que tenía 21 años y comenzó su carrera como reportera en la redacción de Excélsior donde duro más 16 años y le pagaban 30 pesos por colaboración.
La autora recordó, cuando una joven tuvo la insolencia de meterse en una profesión de hombres y machista, sino una larga carrera que la ha llevado a cubrir los grandes acontecimientos que han marcado y llenado de heridas a este país: la matanza estudiantil de 1968, el devastador terremoto de 1985 donde escribió la noche Tlatelolco, el sismo del 1985, donde con Carlos Monsiváis escribió lo que le sucedieron a las costuras, que los patrones prefirieron sacar sus máquinas que a las humildes costureras, el alzamiento zapatista.
En su discurso también sonaron los nombres de personajes importantes que ella perfiló, desde Diego Rivera y Octavio Paz hasta María Félix y Dolores del Río. “Desde 1953 escribo, cuando era una joven preguntona, y todavía insisto en los por qué, para qué, cómo, cuándo y dónde”, ha dicho la incansable reportera Poniatowska este miércoles ante un Senado que la escuchaba cautivado y que de tanto en tanto la interrumpía con aplausos. “¡Elena!” “¡Elena!”, gritaban los legisladores en una rara muestra de unidad en un país sumido, incluso desde la prensa, en una profunda polarización.
Fue un homenaje a la a quien le han dado grandes reconocimientos tras la entrega de la presea, la también condecorada con el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes lamentó que el presidente Andrés Manuel López Obrador no haya acudido a la ceremonia, pues aseguró quererlo y admirarlo., “Me da tristeza que no nos acompañe el señor presidente de la República, porque tanto mi familia, mis amigos y muchos de los que estamos aquí lo queremos y, no sólo lo queremos, lo admiramos”, dijo la escritora mientras los asistentes coreaban su nombre “¡Elena, Elena, Elena!”.
Poniatowska expresó su alegría por recibir del Senado la distinción que también han recibido personas que admira: “¿Alguna vez lo imaginé? No. Los premios son una puerta que se abre de pronto, un regalo, una posibilidad de futuro y un reconocimiento al pasado para los que como yo se despiden”.
A esa labor que puede ser muy cansada, ese ponerse sobre las calles y preguntar hasta el hastío, de buscar las voces de protagonistas de historias de infamia, de abusos, de corrupción o de vidas seductoras.
La ceremonia de entrega de la Medalla Belisario Domínguez también estuvo marcada por controversias políticas, oír las senadoras Lily Téllez; Xóchitl Gálvez y Kenia Rabadán, por eso se debió la ausencia del presidente AMLO.