El 15 de julio de 1867 el presidente Benito Juárez hizo su entrada triunfal a la Ciudad de México, después de cuatro años de ausencia provocada por la Intervención Francesa y el Segundo Imperio Mexicano, finalmente derrotados por las fuerzas de la República.
Los días siguientes a su arribo los consagró a dictar las medidas necesarias para la normalización del orden constitucional y el restablecimiento de las instituciones suspendidas por la intervención.