Día: 18 de mayo de 2025

Dándole voz a nuestros lectores

CARTA
REMITENTE ANÓNIMO
PACHUCA, HGO.
Es verdaderamente lamentable para nosotros como pachuqueños usar este espacio una y otra vez para hacer el mismo reclamo a las autoridades, los baches, ya que, para los habitantes y visitantes de Pachuca, esquivar baches se ha convertido en una habilidad cotidiana, casi un deporte extremo urbano. Las calles y avenidas de la ciudad, hoy lucen un rostro marcado por cráteres de diversos tamaños y profundidades, testimonio del deterioro de nuestras calles.

Más allá de la molestia que generan al tránsito vehicular, representan un riesgo significativo para la seguridad.

Llantas ponchadas, suspensiones dañadas y hasta accidentes son consecuencias directas de la falta de mantenimiento vial. Motociclistas y ciclistas son particularmente vulnerables a estos obstáculos inesperados.

Si bien las autoridades municipales realizan esfuerzos puntuales de bacheo, la magnitud del problema parece superar la capacidad de
respuesta. Los ciudadanos demandan soluciones más integrales y a largo plazo, que vayan más allá de parches temporales y se enfoquen en la rehabilitación profunda de las vialidades.


“VIOLENCIA EN MEXICO, EL CÁNCER ES LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD”

México enfrenta, desde hace años, una crisis de violencia que afecta profundamente su tejido social y político. Lejos de ser un fenómeno aislado, la violencia se ha arraigado, manifestándose en diversas formas que van desde la delincuencia organizada hasta la violencia de género y los conflictos sociales. Comprender la complejidad de esta situación es crucial para vislumbrar posibles caminos hacia la paz y la seguridad, se debe cambiar la mente quitar programas violentos que los infantes no vean caricaturas tan violentas telenovelas sin contenido y sobre todo trabajar para que el tejido social se restablezca.

A mayor abundamiento uno de los principales motores de la violencia en México es la delincuencia organizada. Cárteles de la droga y otros grupos criminales mantienen una lucha constante por el control territorial y las rutas de tráfico, generando homicidios, secuestros, extorsiones y desapariciones forzadas. La impunidad, la corrupción e incluso la indiferencia de algunas autoridades e instituciones han facilitado la expansión y el poder de estos grupos.

La violencia de género, en particular los feminicidios, ha alcanzado niveles alarmantes, exponiendo la profunda desigualdad y la cultura
machista que aún prevalecen en la sociedad. Las mujeres y niñas son víctimas de diversas formas de violencia, desde el acoso callejero hasta la agresión sexual y el asesinato.

Además, la violencia social se manifiesta en conflictos por la tierra, disputas políticas, linchamientos y otras expresiones de intolerancia y falta de mecanismos efectivos para la resolución pacífica de controversias. La desigualdad económica, la falta de oportunidades y la exclusión social contribuyen a la polarización y al aumento de la tensión en diversas comunidades.

Las consecuencias de esta violencia generalizada son devastadoras. Además de la pérdida de vidas y el sufrimiento humano, la violencia socava la confianza en las instituciones, obstaculiza el desarrollo económico, genera desplazamiento interno y erosiona el tejido social. La impunidad persistente alimenta un ciclo de violencia, al enviar el mensaje de que los crímenes quedan sin castigo.

Abordar la violencia en México requiere un enfoque integral y multidimensional. No basta con estrategias reactivas de seguridad; es fundamental fortalecer el Estado de derecho, combatir la corrupción en todos los niveles, invertir en educación y oportunidades para los jóvenes, fortalecer los mecanismos de prevención y atención a la violencia de género, y promover la justicia transicional para atender las heridas del pasado.