La National Football League (NFL) confirmó que el cantante puertorriqueño Bad Bunny será el encargado de protagonizar el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026, que se celebrará en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California. El anuncio desató una ola de reacciones en redes sociales, consolidando al artista como uno de los nombres más influyentes de la industria musical actual.
Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio, se convierte así en el primer artista latino en encabezar en solitario el espectáculo más visto en la televisión estadounidense, un evento que cada año reúne a millones de televidentes en todo el mundo. Su elección representa no solo un reconocimiento a su trayectoria, sino también al impacto global que ha tenido la música en español en la última década.
La NFL destacó en un comunicado que el cantante fue elegido por “su capacidad de conectar con audiencias diversas y su estilo innovador que ha marcado tendencia en la música contemporánea”. La liga aseguró que el show contará con una producción de alto nivel, con tecnología de última generación y un despliegue escénico diseñado para sorprender a la audiencia.
Bad Bunny, ganador de múltiples premios Grammy y Billboard, ha encabezado las listas de popularidad a nivel global, gracias a éxitos como Dakiti, Tití Me Preguntó y Moscow Mule. Además, su incursión en la moda, el cine y la lucha libre lo han convertido en una figura mediática que trasciende la música.
En entrevistas recientes, el artista ha señalado que preparar un espectáculo de esta magnitud representa “un reto y un honor”, ya que se trata de una plataforma que históricamente ha estado reservada para los nombres más grandes de la industria.
El anuncio ha generado entusiasmo, especialmente entre los fanáticos latinoamericanos, quienes consideran que este show reafirma la fuerza de la música urbana y el reguetón en la cultura global. Sin embargo, también hubo voces críticas que cuestionaron la elección, argumentando que su estilo no encaja con el público tradicional del Super Bowl.
Pese a ello, especialistas en entretenimiento prevén que el espectáculo de Bad Bunny podría convertirse en uno de los más vistos y comentados de la historia, consolidando aún más su papel como referente cultural del siglo XXI.