Cada 11 de diciembre, el mundo celebra el Día Internacional de las Montañas, una efeméride que tiene su origen en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992) con la adopción del Capítulo 13 del Programa 21: «Ordenación de los Sistemas Frágiles: Desarrollo Sostenible de las Zonas de Montaña».
Este día pretende ser un recordatorio de la enorme importancia que tienen las montañas tanto a nivel ambiental y económico como emocional. Se estima que las montañas cubren el 22% de la superficie terrestre del planeta, y aportan entre el 60 y 80% de todos los recursos del agua dulce de la tierra.
Albergan una biodiversidad muy valiosa, el 28% de los bosques del planeta, y muchos de los cultivos más importantes para la alimentación global como las patatas o el maíz tienen su origen en las montañas.
Sin embargo, las montañas y sus habitantes son muy vulnerables a los efectos del cambio climático, un problema que se une a la marginación política y social que sufren estas poblaciones. Además, lo que sucede en las montañas nos va a afectar a todos: los glaciares se están derritiendo a niveles sin precedentes y el suministro de agua dulce para millones de personas se ve comprometido.