Este viernes 17 de marzo, sin sorpresa alguna, Octavio Castillo Acosta, fue investido como la máxima autoridad de la casa de estudios en Hidalgo, por autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) para el periodo 2023-2029, cabe resaltar que en el proceso de elección de la UAEH fue él, el único que se registró como candidato.
Tras la designación ya como nuevo rector, Octavio Castillo se encaminó para hacer el muy tradicional recorrido desde el inmueble de Abasolo de la ex rectoría ahora Centro Cultural La Garza para caminar por la calle de Guerrero, acompañado por estudiantes, académicos, administrativos y otros integrantes de la comunidad universitaria.
Junto con la porra que ya es un sello característico de la universidad, fueron entonando consignas en favor del rector electo hasta llegar a la plancha de Plaza Juárez, donde se encontraba casi abarrotado por simpatizantes quienes esperaban la llegada de Castillo Acosta al templete habilitado frente a Palacio de Gobierno.
El segundo acto tradicional consistió en presentarse con el titular del Ejecutivo de la entidad, acto que se dio entre el rector con el mandatario Julio Menchaca Salazar esto en la entrada y escalinatas del inmueble sede del Poder Ejecutivo de Hidalgo quienes se sumaron en un abrazo y saludo fraternal para acompañarse mutuamente al templete, escenario donde el mandatario estatal brindó su apoyo y respaldo al electo rector Castillo Acosta, y priorizó el trabajo en conjunto fuera de cualquier interés de grupo y ajeno al bienestar del pueblo de Hidalgo.
Después de los actos solemnes que se llevan en este tipo de evento, Castillo Acosta marchó de nueva cuenta rumbo al Centro Cultural La Garza subiendo por la calle de Fernando Soto, haciéndose acompañar por representantes universitarios, durante su avance era interceptado para la toma de fotos y más muestra de apoyo.
Ya en la ex rectoría de la UAEH, se presentó de nueva cuenta para hacer otro ritual muy vinculado con este tipo de actos, la mojada del rector en la fuente del inmueble de Abasolo, acto en el que Castillo Acosta se desprendió del saco y corbata para ser mecido por dos compañeros suyos y luego lanzado al agua, hecho que fue vitoreado por los alumnos, docentes y administrativos presentes.
La mojada permitió al rector juguetear con los presentes al aprovechar para salpicar en todas direcciones a aquellos que con gusto recibieron los chorros de agua que les aventaba el rector, para posteriormente darse la oportunidad de tomarse las tradicionales selfies para capturar el ambiente de festividad universitaria.
