La era de Luis Rubiales ha terminado en la Federación Española de Futbol. A poco más de una semana de que FIFA lo suspendiera de sus labores por un tiempo mínimo de 90 días, el directivo comunicó su renuncia a través de un comunicado.
Su renuncia llega tres semanas después de sus comportamientos durante la ceremonia de premiación a los jugadoras de la Selección de España, en la cual besó en la boca a Jenni Hermoso. Por este gesto se disculpo un día después, aunque de una manera inadecuada, y cinco días después convocó a una asamblea extraordinaria en la cual dio un discurso que finalmente terminó por cabaretero su tumba.
“He transmitido mi renuncia al cargo de presidente de la RFEF. Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo”, indicó en el comunicado. Rubiales también renunció a su cargo como vicepresidente de la UEFA.
