El segundo Premio Nobel, el de Física, reconoce a los tres investigadores por su contribución a la exploración de electrones en el interior de átomos y moléculas.
La Real Academia Sueca de las Ciencias ha otorgado el Premio Nobel de Física de 2023 a Pierre Agostini (Universidad Estatal de Ohio, EEUU), Ferenc Krausz (Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, Universidad de Múnich, Alemania) y Anne L’Huillier (Universidad de Lund, Suecia) por su gran contribución al estudio de la dinámica de los electrones. Y es que, con sus investigaciones, los tres premiados demostraron una forma de crear pulsos de luz extremadamente cortos que se pueden utilizar para medir los procesos rápidos en los que los electrones se mueven o cambian de energía.
Así, la trayectoria de Agostini, Krausz y L’Huillier no solo ha resultado en el mayor de los reconocimientos por parte de la sociedad científica, sino también en el diseño de innovadoras herramientas para explorar el mundo de los electrones en el interior de los átomos y moléculas: una tarea que, durante años, había estado limitada por los recursos tecnológicos disponibles.
NOBEL DE FÍSICA PARA EL ESTUDIO DE LOS ELECTRONES
Tal y como sucede con las películas, que responden a una sucesión muy veloz de imágenes estáticas, los eventos que se mueven rápidamente fluyen entre sí cuando son percibidos a simple vista. Por esta razón, la misión de estudiar el comportamiento de los átomos, cuya dinámica se desarrolla en attosegundos -equivalente a la trillonésima parte de un segundo-, había sido hasta ahora un gran desafío para los científicos.
Los premiados, sin embargo, dedicaron su carrera a tratar de resolver esta carencia y, tras décadas de investigación, dieron con una herramienta basada en pulsos de luz tan cortos que se pueden utilizar para proporcionar imágenes de procesos dentro de átomos y moléculas.
La nueva herramienta, que ha estado gestándose desde 1987, cuando Anne L’Huillier observó el surgimiento de muchos matices diferentes de luz al transmitir luz láser infrarroja a través de un gas noble, podría ofrecer grandes avances en distintas materias: desde la exploración del comportamiento de los electrones en el material, hasta la identificación de moléculas en el diagnóstico médico.