PAG. 3
“DEVALUACIÓN CON EL ERROR DE DICIEMBRE”
POR LA REDACCIÓN
PACHUCA, HGO., 22 DE SEPTIEMBRE DE 2024
El expresidente de México Ernesto Zedillo, reapareció en la escena pública al pronunciarse respecto a la reforma judicial, dejando ver la mezquindad que siempre lo caracterizó siendo presidente: sucedieron 15 hechos muy lamentables como el error de diciembre, El 20 de diciembre de 1994 los mexicanos despertaron con esta noticia, que mezcló la falta de reservas internacionales, la devaluación del peso mexicano, Tras fracasar las negociaciones con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el pueblo de San Andrés Larráinzar para hablar sobre las demandas de las comunidades indígenas. Los encuentros se sostuvieron desde septiembre de 1995 hasta febrero de 1996.
Los denominados Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígenas, firmados el 16 de febrero de 1996, quedaron en «papel mojado» pacto Compromisos para el Acuerdo Político, el PRI, PAN, PRD y el Partido del Trabajo (PT), La matanza de Acteal, El saldo fue de 45 personas muertas, todas indígenas tzotziles. Entre las víctimas había 18 mujeres, de las cuales cuatro estaban embarazadas, 16 niñas, cuatro niños y 17 hombres. 26 también resultaron con lesiones graves, “Bienestar para la familia”, Concierto de U2 y sus hijos, Masacre de campesinos en Aguas Blancas, El 28 de febrero de 1995, Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, fue arrestado como «responsable intelectual» del asesinato de su ex cuñado y secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, ocurrido el 28 de septiembre de 1994, El gobierno cedió el dominio sobre la administración electoral , Reforma al sistema de pensiones
Durante el gobierno de Ernesto Zedillo también se aplicaron una serie de cambios al sistema de pensiones, bajo el pretexto de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), LA VICTORIA DE Fox, Zedillo, Emilio Azcárraga y la reestructuración de la deuda de Televisa, privatizó el sistema ferroviario y el boche de oro el Fobaproa
Así como EL tráfico de influencias, su privatización galopante, su “no traigo cash”, y claro, su error de diciembre que muchas personas jamás olvidaremos.
Ernesto Zedillo, un presidente que es recordado porque durante su mandato se terminó de consolidar la privatización de recursos y herramientas que hubieran sido importantes en su momento para afrontar la crisis económica.
A por lo menos 3 generaciones nos dicen FOBAPROA, y enseguida imaginamos a Zedillo, porque fue ese gobierno el que decidió, así, unilateralmente, rescatar a los bancos, en particular a un grupo selecto de banqueros a los que entregó recursos en efectivo, compró carteras de crédito vencidas y firmó como aval bonos de capitalización. La herencia de Zedillo es que aún hoy seguimos pagando el rescate a la banca privada y será así hasta por lo menos 2042.
Ese sexenio, siguiendo las recetas de los Chicago Boys, dispuso privatizar ferrocarriles mexicanos, satélites, puertos y aeropuertos, exploración petrolera y distribución de gas natural, sistemas de agua potable, servicio de limpia, tratamiento de aguas residuales, entre otros. Consecuencias que hoy seguimos padeciendo y en el mejor de los casos revirtiendo, como es el caso de los ferrocarriles.
A este señor le debemos también los cambios en el sistema de pensiones, el cual borró el esquema de pensiones de 1973 que permitía jubilarse a los 65 años y obtener el 100% del salario promedio obtenido durante los últimos cinco años antes del retiro. En 1995, así rapidito y facilito, en 52 días, Zedillo cerró por 30 días la SCJN y, mediante la figura de jubilación inmediata, separó de su cargo a sus 26 ministros y de esos 26 quedaron 11, obviamente puestos al antojo de Zedillo. ¿Acaso no suena esto más a una “destrucción de la democracia”?
Así las cosas, con el desaparecido, que, por cierto, goza de su pensión vitalicia otorgada por el Banco de México por 131 mil 833 pesos mensuales, es decir, 1 millón 581 mil 996 pesos anuales.
Y ahora este flamante personaje reaparece para dar su humilde opinión y señalar que: “Se está destruyendo una democracia que fue construida con el esfuerzo y el concurso de muchos mexicanos a lo largo de muchas generaciones; yo fui al final parte de ese proceso, pero no fue por supuesto cosa mía, había gente que había estado en las calles, en el Congreso, en la opinión pública, en la ciudadanía, en la sociedad civil, clamando por democracia y finalmente alcanzamos algo de lo cual los mexicanos podíamos decir por fin vivo en un país democrático”. Tardía, innecesaria y por supuesto, mendaz, su opinión.