Karin Salazar Castillo
Todos en algún momento nos hemos quejado de nuestra memoria. Sólo que la
memoria no es una sola unidad, sino que es una capacidad cognitiva compleja
que depende de la participación e integridad de otras funciones cognitivas.
Además se ve afectada por múltiples circunstancias coo enfermedades, o
efectos secundarios de algunos medicamentos, por el estrés o por no haber
dormido bien, entre otras cosas.
Al depender de un complejo funcionamiento cerebral en red y de la participación de distintas
capacidades cognitivas, no es fácil distinguir si las dificultades que tenemos con la memoria en la vida
diaria, son precisamente problemas de memoria o de otra función cognitiva como problemas de
atención.
Generalmente, cuando nos quejamos de
nuestra memoria, solemos hacerlo, de un tipo
específico de memoria: la memoria episódica,
que es aquella que tiene que ver con los hechos
de nuestra vida.
Existen distintos tipos de memoria, a los cuales,
algunas alteraciones cerebrales, como el
Alzheimer, les afectan en distinta intensidad y
orden según el avance de la enfermedad. Pero,
¿cuándo los problemas de memoria deberían
ser motivo de preocupación? Es importante
entender que la genética no es determinante y
que el Alzheimer no es hereditario en la
inmensa mayoría de casos. También es importante distinguir las señales de alerta del Alzheimer o de
otra forma de demencia, de los olvidos que pueden explicarse por el propio envejecimiento o por otras
causas. Esencialmente, lo que llevaría a una consulta médica, sería cuando la persona presenta
cambios en una o más funciones cognitivas (la memoria es una de ellas), y éstos cambios interfieren
con la capacidad de la persona para hacer las actividades de la vida diaria de forma independiente, y
se observa un empeoramiento progresivo, no siendo transitorios o secundarios a una circunstancia
puntual (una época de estrés, un duelo, una enfermedad pasajera o una preocupación absorbente, por
ejemplo).
Entre los mejores consejos para la memoria y, en general, para favorecer un óptimo rendimiento
cognitivo a lo largo de la vida, está el de cuidar de nuestra salud y bienestar a lo largo de la vida.
El estar mentalmente activo y ponernos retos que estimulen nuevas conexiones neuronales favorece la
llamada reserva cognitiva, que confiere una mayor resistencia del cerebro a la aparición de posibles
cambios neuropatológicos. Son diversas las actividades que podemos llevar a cabo en nuestro día a
día para potenciar la reserva cognitiva. En general, todas aquellas actividades que nos supongan un
cierto esfuerzo mental, que nos exijan salir un poco de nuestra zona de confort y que, además, sean
variadas contribuirán a ello.
Ya sea porque la memoria nunca ha sido nuestro punto fuerte o porque, por cualquier circunstancia,
notemos que ya no es la que era, podemos seguir algunas recomendaciones para mejorar su
rendimiento o para compensarlo en aquello que podamos:
Consejos para cuidar la memoria.
Atender a la salud y el bienestar.
o Controlar factores de riesgo cardiovascular
o Procurar mantener hábitos de vida
saludables
Mantener la mente activa. Ponerse retos que supongan cierto esfuerzo mental y favorezcan la
reserva cognitiva y la resistencia del cerebro.
o Leer, aprender un idioma o tocar un instrumento
o Usar tecnología nueva o participar en juegos de mesa.
Estrategias para optimizar la memoria.
Atención plena. Evitar distracciones al tratar de aprender o registrar información nueva.
Organizar la información.
o Agrupar datos por categorias.
o Crear acrónimos o palabras clave para recordar listas.
Visualización y Asociación Relacionar nombres con datos o imágenes mentales.
Mantener un orden. Designar y usar lugares específicos para objetos importantes.
Compensar la memoria cuando no es óptima.
Ayudas externas.
o Notas adhesivas o con imanes en el refrigerador.
o Alarmas y recordatorios en el teléfono celular.
o Calendarios, agenda y planificadores.
o Pequeños trucos como cambiarse el reloj de muñeca o el anillo de dedo.
o Actitud positiva.
o No penalizarse por olvidos o despistes.
o Reducir la ansiedad y frustración para favorecer el rendimiento de la memoria.
Correo para comentarios y sugerencias: cuidadospam25@gmail.com
Referencias:
https://blog.fpmaragall.org/consejos-memoria
https://recursos.fpmaragall.org/hubfs/Guias%20%F0%9F%93%9A/%F0%9F%93%9A%20%5BGu%C3%ADa%5
D%20Conocer%20y%20Ayudar%20a%20la%20Memoria/Ebook/Conocer%20y%20Ayudar%20a%20la%20Memo
ria%20%7C%20PDF.pdf?hsLang=es

