EN HIDALGO NO SE RESPETAN LOS DERECHOS HUMANOS, DE LAS Y LOS NIÑOS
¿QUE HAY DETRÁS DEL CASO WILLIAMS TREJO?
El caso de Arturo Williams Trejo, excandidato a la alcaldía de Zimapán, acusado de violación a sus dos sobrinas, sin duda ha causado gran revuelo en todo Hidalgo, no solo por hecho bajo y ruin, sino también porque ha sido señalado por su propia hermana y madre de las niñas por los delitos de violación equiparada y abuso sexual en agravio a las dos pequeñas de 5 y 8 años de edad, hechos por los cuales también su esposa Bertha Eva Medina es acusada.
Sin embargo, unos días después de haber sido detenido el pasado 8 de marzo junto con su esposa en Quintana Roo y a pesar de que había una carpeta, fue la juez de control Janett Montiel Mendoza quien resolvió no vincular a proceso a los imputados por el delito de violación, esto al considerar que no existían los elementos suficientes para presumir la comisión de los delitos, cabe mencionar que la audiencia estuvo llena de irregularidades.
En la cámara de diputados del estado de Hidalgo, después de la liberación de los presuntos responsables y de quienes liberaron, la diputada María del Carmen Lozano Moreno, pidió la destitución de la jueza Janett Montiel, por considerar que “falto interés superior de la niñez”, ya que la jueza considero que no hubo pruebas en contra de los agresores.
La diputada señalo que “la niñez necesita justicia, por lo que este caso debe ser observado y tener parámetros para medir la eficiencia o la corrupción, ya que este caso
lleva el sello de impunidad, corrupción y se le está quedando a deber justicia a las dos niñas”.
Por su parte el gobernador Julio Menchaca Salazar, ha señalado que será respetuoso de las decisiones del tribunal superior de justicia de la entidad, tras la resolución
de libertad a Williams Trejo y Bertha Ema Medina.
Por otro lado el Dr. Santiago Nieto Castillo, jefe del Despacho de la Procuraduría General de justicia, se dijo respetuoso del Poder judicial, pero no compartió el criterio adoptado por la jueza, por lo que advirtió que la siguiente semana presentará la apelación correspondiente.
Sin embargo, esta resolución tiene bastante molesta a la sociedad Hidalguense, quienes se han pronunciado pidiendo justicia para las dos menores, haciendo hincapié a que “En Hidalgo debe respetar los derechos humanos de la niñez hidalguense”, a pesar de que la defensa de los
derechos de los niños existen tratados internacionales que protegen a los niños y niñas, y como bien se sabe un caso de violencia sexual es un trauma que difícilmente podrán superar las dos menores.
Cabe mencionar que las menores se encuentran en un refugio federal que se han sometido a un sin fin de pruebas, aun cuando desde las primeras que se les hizo, arrojaron los datos suficientes para saber que fueron abusadas y violentadas, por si eso fuera poco no solo tienen huellas del trauma psicológico, sino también tienen huellas de enfermedad sexual, además de acusar directamente a sus agresores Williams Trejo y Bertha Eva Medina, pero todas estas pruebas para la jueza de control Janett Montiel no solo no bastarón, sino que además tuvo la desfachatez como «funcionaria» de poner en duda lo dicho por las menores, sosteniendo a su vez que las menores le teníasn «mala fé» al tío.
Esto no puede quedar impune y que caiga todo el peso de la ley para Williams Trejo y Bertha Eva Medina, y si se ha de recurrir a estancias internacionales para lograr justicia y que este caso no quede impune, así sea.
En una conferencia de prensa del 9 de marzo, Aylen Trejo Leal, tía de las niñas alerto que Williams y Bertha, no eran los únicos implicados en la carpeta de investigación, menciono dos personas más, Itzel y Eduardo Viviano además de otros individuos de los que omitió nombres, tras argumentar que está pendiente la emisión de una orden de
aprehensión y vulnerar el debido proceso.
También descartó que el caso de agravio a sus sobrinas sea parte de un conflicto familiar respecto a
una herencia como lo señalo Williams Trejo, tras ser liberado de los cargos que el ministerio público le imputo y peor aun presumir su «inocencia»