Por: Karin Salazar Castillo
En diversos artículos hemos hablado de que envejecer es un proceso natural por el que todas las personas debemos transitar ya que forma parte del proceso de vida.
Todos necesitamos cuidados en alguna etapa de nuestras vidas. Los recién nacidos necesitan cuidados exclusivos. Quienes sufren una enfermedad temporal o un accidente necesitan de alguien que los asista provisionalmente, y con la llegada de la vejez como una etapa más de este proceso, en la que se producen diversos cambios físicos, psicológicos y sociales, aunque en grado y momento diferente para cada persona, lo que lleva a brindar cuidados diferenciados de acuerdo a las necesidades de cada caso. ¿Y quienes son las personas más comúnmente designadas para hacerse cargo de esos cuidados? Las
mujeres.

Aquí cabe decir que al hablar de mujeres, nos referimos a las mujeres de la familia, ya que ésta es una institución que ha sido y sigue siendo la principal fuente de servicios de cuidados. Así, estas “mujeres de la familia ya sean esposas, hijas, nueras, tías o sobrinas, derivado del paradigma de que su rol social corresponde a la esfera doméstica, se convierten en cuidadoras no profesionales de personas adultas mayores, lo hacen sin ninguna ayuda económica ni capacitación previa. Un factor que propicia esta desigualdad es el hecho de que históricamente ha existido la noción de que el cuidado de personas requiere de habilidades que son innatas a las mujeres y se les ha cargado esa responsabilidad dentro de sus familias y comunidades, lo cual las coloca en situaciones de desventaja: no se les paga ni se les permite insertarse en el trabajo remunerado, además de que no tienen protección social.” (1) Asimismo, al asumir el rol de cuidadoras, muchas mujeres deben disminuir o inclusive abandonar sus puestos laborales, afectando su independencia, su crecimiento laboral y su autonomía financiera.
Por eso en esta entrega, y teniendo como marco del Día de las y los Cuidadores de Personas Dependientes (2 de marzo) y del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) retomamos algunos datos importantes que reflejan la desigualdad en el cuidado : A nivel nacional, de acuerdo con Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022, de la población de 15 años y más que brinda el servicio de cuidados, el 75.1% son mujeres respecto del 24.9% de hombres. De este mismo rango de edad y que realizan la funcion de cuidadores principales, el 86.9% (19.5 millones de personas) son mujeres, en tanto el 13.1% (3 millones de personas) son hombres.
Para disminuir esta brecha, una comunicación adecuada en el entorno familiar constituye el factor más importante, permite que el cuidado se realice como una actividad en cooperación con los varones de la familia (esposo, hijos, padres, hermanos), para fomentar la igualdad de género en el cuidado, donde sea mayor su participación.
El brindar el servicio de cuidados a personas adultas mayores, independientemente de su grado de dependencia, no sólo requiere paciencia, se necesitan conocimientos, técnicas y métodos que ayuden a la persona cuidadora a motivar, a incorporarse al día a día y tratar de adaptar su entorno para que puedan disfrutar de una vida plena, independiente y autónoma, con salud, seguridad, integración y participación en las esferas económica, social, cultural y política de su entorno. Entendiendo esto, para cuidar bien hay que formarse, y aquí reitero que la información y el conocimiento dan tranquilidad en el cuidado, disminuyen el estrés y promueve el autocuidado de la persona cuidadora.
Para finalizar comparto el Decálogo de supercuidadores para cuidar a personas mayoreso dependientes:

Correo para comentarios y sugerencias: cuidadospam25@gmail.com
Referencias:
https://animalpolitico.com/analisis/organizaciones/verdad-justicia-y-reparacion/hablemos-del-cuidado-de-las-personas-adultas-mayores (1)
https://blogs.iadb.org/igualdad/es/cuidar-a-otros-cosa-de-mujeres/https://www.inegi.org.mx/app/saladeprensa/noticia/3290
https://cuidadores.unir.net/informacion/actualidad/3346-decalogo-de-supercuidadores-para-cuidar-a-personas-mayores-o-dependientes