Colaboración: Karin Salazar Castillo
La piel es el órgano más grande del cuerpo. Se compone de tres capas: La capa exterior de la piel es llamada epidermis. Ésta protege las capas internas del mundo exterior, aquí se produce la queratina, que impermeabiliza y fortalece la piel; también contiene melanina que da su color a la piel.
Esta capa permite tener el sentido del tacto y proporciona inmunidad al cuerpo contra invasores externos como los gérmenes y las bacterias. La capa más profunda de la piel es la hipodermis y contiene las células de grasa, o tejido adiposo, que aíslan el cuerpo y le ayudan a conservar el calor.
Entre ambas, se encuentra la dermis, que brinda fortaleza, apoyo y flexibilidad a la piel. También se encuentran los receptores sensoriales, que permiten que el cuerpo reciba estimulaciones del mundo exterior y reaccione ante la presión, el dolor y la temperatura.
Una red de vasos sanguíneos le brinda a la piel los nutrientes necesarios y remueven los desechos.
Las glándulas sebáceas producen el aceite de la piel, lo que evita que ésta se reseque, estas glándulas de aceite están por todo el cuerpo,
excepto en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Ya sabemos cómo se compone la piel, pero ésta va cambiando con la edad, conforme se envejece la dermis va perdiendo su fuerza y flexibilidad, la piel se pone más delgada, pierde grasa y ya no se ve tan lozana y lisa como antes.
Las venas y huesos se pueden ver más fácilmente. Los rasguños, cortes o golpes pueden tomar más tiempo en sanar. Años de broncearse al sol o de pasar mucho tiempo a la luz del sol sin la suficiente hidratación aplicada mediante el uso de cremas, puede resultar en arrugas, flacidez, sequedad, manchas por la edad y hasta cáncer.
Muchas personas mayores sufren de piel seca, generalmente en la parte inferior de las piernas, en los codos y en la parte inferior de los brazos. La piel seca se siente áspera y escamosa. Para ayudar a mejorar la piel seca y con picazón, puede usar productos hidratantes como lociones, cremas o ungüentos todos los días; tomar menos baños de tina o duchas y usar jabones más suaves.
El agua tibia reseca la piel menos que el agua caliente. Trate de usar un humidificador (un aparato que añade humedad al cuarto).
Las personas mayores pueden desarrollar moretones más fácilmente que las personas más jóvenes, además, de que pueden tomar más tiempo en sanar.
Es recomendable hablar con su médico si los tiene y no sabe cómo los adquirió, especialmente en partes del cuerpo usualmente cubiertas con ropa, ya que algunos medicamentos o enfermedades pueden causarlos.
Elementos en el ambiente, como la luz ultravioleta (UV) del sol, pueden hacer que la piel se vuelva menos elástica. La fuerza de la gravedad puede causar que la piel se afloje y se arrugue. Ciertos hábitos, como fumar, también pueden arrugar la piel. Si las arrugas son una preocupación, no utilizar productos y procedimientos sin antes consultar a un dermatólogo o a su médico.
Las manchas de la piel por la edad, son planas de color café frecuentemente causadas por años de exposición al sol sin la adecuada hidratación.
Son más grandes que las pecas y comúnmente aparecen en áreas como la cara, las manos, los brazos, la espalda y los pies. El uso de un protector solar de amplio espectro que ayuda a proteger contra dos tipos de rayos solares (rayos UVA y UVB) puede prevenir más manchas por la edad.
Las verrugas son crecimientos de piel pequeños, usualmente de color carne, que tienen una superficie elevada. Se vuelven comunes a medida que las personas envejecen, especialmente en las mujeres.
Se encuentran con mayor frecuencia en los párpados, el cuello y en los pliegues del cuerpo como la axila, el pecho y la ingle.
La causa principal del cáncer de piel es el sol. Las lámparas solares y las cabinas de bronceado también pueden causar cáncer de piel. Cualquier persona, de cualquier color de piel, puede desarrollar cáncer de piel.
Las personas con piel clara que produce pecas fácilmente tienen el mayor riesgo.
El cáncer de piel puede ser curado si es encontrado antes de que se extienda a otras partes del cuerpo.
Revise su piel una vez al mes, revise los lunares, las marcas de nacimiento u otras partes de la piel usando el sistema ABCDE:
A = Asimetría (una mitad del crecimiento se ve diferente a la otra mitad)
B = Bordes que son irregulares
C = Color que ha cambiado o más de un color
D = Diámetro más grande que el tamaño del borrador de un lápiz
E = Evolución, o sea, el crecimiento cambia en tamaño, forma, síntomas (picazón, sensibilidad), superficie (especialmente si está sangrando) o en las diferentes tonalidades del color.
Visite al médico inmediatamente si tiene cualquiera de esas señales para asegurar que no es cáncer de piel.
Un poco de sol puede ser beneficioso, pero para mantener la piel sana, habrá que tener cuidado y seguir estos consejos: Limitar el tiempo que se expone al sol, evitando exponerse cuando los rayos solares son más fuertes, aun cuando el día esté nublado; usar protector solar, con factor de protección de 15 o más, preferentemente los que indican “amplio espectro”, aplicándolo al menos cada 2 horas; usar ropa protectora, como un sombrero de ala ancha que pueda proporcionar sombra al cuello, orejas, ojos y cabeza. Usar anteojos de sol que bloquean de 99 a 100 por ciento de los rayos del sol.
Si tiene que estar al sol, usar camisas sueltas y livianas de manga larga y pantalones largos o faldas largas; y evitar broncearse.
Referencias:
https://www.nia.nih.gov/espanol/piel/cuidado-piel-envejecimiento
https://medlineplus.gov/spanish/ency/anatomyvideos/000029.htm
Por: Karin Salazar Castillo
El olvido puede ser una parte normal del proceso de envejecimiento, pero también puede ser el primer síntoma de demencia.
Sin embargo, no todas las personas con problemas de memoria tienen demencia. ¿Cómo se puede diferenciar entre un olvido ocasional y
un problema más serio de memoria como la enfermedad de Alzheimer?
El envejecimiento produce cambios en todas las partes del cuerpo, incluyendo el cerebro, y por eso puede ser que no se recuerden las cosas tan bien como antes o que no puedan recordarse rápidamente. Quizás algunas personas pierden objetos o se olviden de pagar alguna factura.
Es normal olvidarse algunas cosas de vez en cuando.
Pero los problemas de memoria más graves pueden deberse al trastorno cognitivo leve, demencia, como la enfermedad de Alzheimer y otros factores que no son parte normal del envejecimiento y que interfieren en la vida diaria como puede ser conducir, usar el teléfono y recordar el camino de vuelta a casa.
Las personas mayores que presentan deterioro cognitivo leve, tienen más problemas de memoria u otros problemas con las habilidades para pensar y razonar que otras personas de su edad, sin embargo, generalmente pueden cuidarse a sí mismas y realizar sus actividades normales.
El deterioro cognitivo leve puede ser un indicio temprano de la enfermedad de Alzheimer, pero no todas las personas que lo tienen desarrollarán esta enfermedad.
Los principales síntomas y señales que indican que habría que consultar con un médico incluyen:
Hacer las mismas preguntas una y otra vez.
Perderse en lugares conocidos.
No poder seguir recetas de cocina o instrucciones.
Confundirse con el tiempo, las personas y los lugares.
No cuidarse de sí mismo: no alimentarse bien, no bañarse o comportarse de manera insegura.
Si las personas cuidadoras se dan cuenta de estas señales o la persona afectada siente cambios pronunciados en su memoria y en otras habilidades del razonamiento y capacidad de pensar, es recomendable acudir al médico, ya que puede realizar exámenes y evaluaciones para ayudar a determinar la causa del problema de memoria o enviarle a ver a un especialista.
En este punto, es necesario insistir en que la observación de las personas cuidadoras juega un papel muy importante, pues permite dar al médico información valiosa referente a sus horarios, conductas, preguntas, actitudes, etc, que ayuda a su diagnóstico y tratamiento.
Existe una variedad de técnicas que pueden ayudar con los cambios en la memoria y las habilidades mentales, de las cuales se enlistan algunas de ellas:
Aprender algo nuevo.
Seguir una rutina diaria.
Planificar tareas, hacer listas de las cosas que hay que hacer y usar calendarios o notas.
Colocar la billetera, cartera, llaves, teléfono, anteojos siempre en el mismo lugar.
Realizar actividades que puedan ayudar al cuerpo y a la mente.
Participar como voluntario/a en su comunidad, escuela o en su lugar de culto.
Pasar tiempo con amigos y familiares.
Dormir suficiente, en general, entre siete u ocho horas por noche.
Ejercitarse y alimentarse bien.
Prevenir o controlar la presión arterial alta.
Evitar o limitar tomar bebidas alcohólicas.
Buscar ayuda si se siente deprimido durante varias semanas seguidas.
Karin Salazar Castillo
El tema de esta entrega es importante, porque puede tomar por sorpresa a las personas cuidadoras de adultos mayores, y algo como una caída puede esconder un problema cerebrovascular, y de nuevo la observación de la persona que se cuida cobra gran relevancia. Debido a que los accidentes isquémicos transitorios duran solo unos minutos, muchas personas los ignoran por error. Sin embargo, una
llamada al 911 tan pronto como aparezcan los síntomas puede marcar la diferencia.
Empezaremos por decir que la isquemia cerebral transitoria (ICT) también conocida como accidente isquémico transitorio (AIT), se produce cuando el flujo sanguíneo que llega a una parte del cerebro se detiene temporalmente, causando síntomas neurológicos. En algunos casos el torrente sanguíneo es capaz de revertir los efectos de un bloqueo o isquemia cerebral, la sangre con su fuerza logra desplazar o destruir el bloqueo haciendo que la interrupción sea muy breve. Las consecuencias de un accidente isquémico transitorio son considerablemente menores respecto a un accidente cerebral vascular (ACV), la recuperación es casi completa aunque la persona ya presente factores de riesgo
para volver a sufrir otro evento similar. Un accidente isquémico transitorio puede servir como advertencia de que ocurra un accidente cerebrovascular en un futuro, por lo general cercano, pero también es una oportunidad para evitarlo.
Existen dos tipos principales de isquemia cerebral, la Isquemia cerebral focal: cuando se forma un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo del cerebro, bloqueando el flujo de sangre a un área específica del cerebro; y la Isquemia cerebral global: cuando el flujo de sangre a todo el cerebro se reduce o se interrumpe. Ambos tipos de isquemia cerebral requieren atención médica inmediata para minimizar el riesgo de complicaciones y mejorar las posibilidades de una recuperación exitosa.
La isquemia cerebral puede ser causada por una variedad de factores que incluyen coágulos de sangre, vasos sanguíneos estrechos o sangrado en el cerebro. Sin embargo, la causa más común de isquemia cerebral es un coágulo de sangre o un estrechamiento de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro, reduciendo su flujo continuo.
Otros factores de riesgo importantes son:
Latidos cardíacos irrregulares, enfermedad de la arteria carótida, enfermedad arterial periférica, diabetes, antecedentes familiares de ACV, sobrepeso, tener la presión y el
colesterol alto, tendencia a tener una coagulación sanguínea anormal, ser de edad mayor, especialmente después de los 55 años; la raza, el tabaquismo, el consumo de alcohol y/o de drogas recreativas, tener antecedentes de un AIT o de un ACV, y tener una enfermedad cardíaca o mala circulación en las piernas causadas por arterias estrechas.
Teniendo en cuenta que el tejido cerebral depende directamente del aporte constante de oxígeno y nutrientes para funcionar correctamente, cuando se desarrolla una isquemia cerebral se ocasionan diversas alteraciones funcionales. Las manifestaciones clínicas dependerán de la arteria afectada, de la gravedad y de la extensión del tejido lesionado.
Los síntomas de un accidente isquémico transitorio comienzan repentinamente, pueden durar desde unos pocos minutos hasta 1 a 2 horas y desaparecen sin causar un daño a largo plazo; son iguales a los síntomas de un accidente cerebrovascular y pueden incluir los siguientes:
Cambios en la lucidez mental (incluso somnolencia o inconsciencia);
Cambios en los sentidos (como en la audición, la visión, el gusto y el tacto);
Cambios mentales (como confusión, pérdida de memoria, dificultad para escribir o para leer, dificultad para hablar, coordinar ideas, mantener conversaciones o para entender a los demás);
Parálisis facial en una de las mitades del rostro;
Problemas musculares (tales como debilidad, dificultad para deglutir, dificultad para caminar);
Mareo o pérdida del equilibrio y de la coordinación;
Falta de control de esfínteres;
Sensación de problemas nerviosos (como entumecimiento u hormigueo de un lado del cuerpo;
Bajo tono muscular.
La isquemia cerebral se puede diagnosticar a través de una combinación de examen físico, pruebas de imagen, electroencefalograma, ultrasonido carotídeo, angiografía y análisis de sangre.
El tratamiento de la isquemia cerebral depende de la causa y la gravedad de la afección.
El objetivo principal del tratamiento es restaurar el flujo sanguíneo y prevenir un daño mayor al cerebro. Las opciones más utilizadas son: la toma de medicamentos, el uso de un catéter para extraer el coágulo de sangre de la arteria afectada y la cirugía para eliminar una obstrucción o para reparar un vaso sanguíneo dañado. Tras recibir el tratamiento adecuado para mitigar el daño en el cerebro, es posible que las personas afectadas necesiten rehabilitación y la implementación de nuevos hábitos de vida.
Para evitar un accidente isquémico transitorio, lo mejor es conocer los factores de riesgo y llevar una vida saludable, la cual incluye someterse a revisiones médicas periódicas.
Algunas acciones que pueden ayudar son: no fumar, limitar el consumo de colesterol y grasas; consumir muchas frutas y verduras; limitar el consumo de sodio, hacer ejercicio con regularidad, limitar el consumo de alcohol, mantener un peso saludable, no consumir drogas y en su caso tener control de la diabetes.
En caso de que se presente un accidente isquémico transitorio, o bien se considera que ha padecido uno, deberá buscarse atención médica de inmediato ya que, si se realiza una evaluación temprana, los médicos pueden precisar las enfermedades que probablemente puedan tratarse, para ayudar así a prevenir un nuevo accidente isquémico
transitorio o bien un accidente cerebrovascular.
Referencias:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000730.htm
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/transient-ischemic-attack/symptoms-causes/syc-
20355679
https://www.recavar.org/isquemia-cerebral-como-detectarla
https://www.esalud.com/isquemia-cerebral/
Karin Salazar Castillo
La demencia es un término que engloba varias enfermedades que afectan a la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas. La enfermedad de Alzheimer, es la forma más común. La enfermedad empeora con el tiempo, afecta principalmente a las personas mayores, pero no todas las personas la contraerán conforme envejecen.
Si uno de mis padres tiene Alzheimer/Demencias relacionadas, ¿yo también la puedo tener?
El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta si una persona tiene ciertas variantes genéticas que pueden pasarse de padres a hijos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, solamente porque uno de los padres biológicos tenga la enfermedad, no quiere decir que sus hijos también la vayan a tener, pero puede significar que tenga más probabilidad de desarrollarla. Es importante destacar que las personas que desarrollan la enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas no siempre tienen antecedentes familiares.
En estos últimos años, los científicos han hecho un enorme progreso en comprender la enfermedad de Alzheimer. Aun así, no se sabe qué es lo que causa la enfermedad en la mayoría de las personas. Según las investigaciones, es posible que haya varios factores, además de la genética, que contribuyen al desarrollo y al curso de la enfermedad. Es probable que las causas sean una combinación de cambios en el cerebro debidos a la edad junto con factores genéticos, medioambientales, de salud y estilo de vida que pueden influir en que una persona desarrolle la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
¿Puedo prevenir la demencia? ¿Qué se puede hacer? Aunque no existe un tratamiento eficaz o un método de prevención comprobado para la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas, por lo general, llevar un estilo de vida saludable puede apoyar tanto a las personas que viven con la enfermedad como a quienes las cuidan, para que puedan mantener su calidad de vida y mejorar su bienestar, disminuyendo los factores de riesgo que se han asociado con estas enfermedades, por lo que es recomendable:
Controlar la presión arterial alta.
Controlar la glucosa (azúcar) en la sangre.
Mantener un peso saludable.
Consumir una dieta saludable.
Mantenerse física y mentalmente activo.
Mantenerse en contacto con sus familiares y amigos.
Tratar los problemas de audición.
Cuidar su salud física y mental.
Dormir bien.
Evitar lesiones en la cabeza.
Ingerir menos alcohol.
Dejar de consumir tabaco.
10 signos y síntomas de advertencia más habituales de la demencia:
Si identifica algunos signos y síntomas de demencia, es importante hablar con su médico.
Pérdida de memoria
Dificultad para realizar tareas que le son familiares
Problemas con el lenguaje
Desorientación temporal y espacial
Falta o deterioro del sentido de la realidad
Dificultad para seguir el hilo
Colocar objetos en sitios inusuales
Cambios de humor y comportamiento
Dificultades para comprender la información visual y espacial
Retraimiento con respecto al trabajo o las actividades sociales
En los últimos años, se han logrado avances importantes en el desarrollo de mejores tratamientos para las personas con la enfermedad de Alzheimery otras demencias relacionadas. Ahora, hay varios medicamentos disponibles para ayudar a tratar los síntomas y hacer que la enfermedad avance más lentamente en algunas personas. También hay varias estrategias de afrontamiento para ayudar a controlar los síntomas conductuales de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas.
Si bien no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer/Demencias, gracias a las investigaciones, los avances científicos son muy prometedores.
Referencias:
https://www.paho.org/es/campanas/hora-de-actuar-por-la-demencia
https://www.nia.nih.gov/espanol/enfermedad-alzheimer/causa-enfermedad-alzheimer
https://www.nia.nih.gov/sites/default/files/2024-05/genetica-familia-alzheimer_0.pdf
https://www.alzheimers.gov/es/como-vivir-demencia/puedo-prevenir-demencia
https://www.nia.nih.gov/sites/default/files/2022-11/reducir-riesgo-demencia.pdf
La inteligencia artificial (IA) aunque parezca futurista, ya se encuentra integrada en muchas de las actividades diarias que realizamos, sin que nos demos cuenta de ello, algunos ejemplos son: los asistentes de voz como Alexa o Siri, los teléfonos inteligentes, los contenidos en redes sociales, las búsquedas en Google, los mapas e indicaciones, las compras en internet, la automatización de las casas, etc. Pero ¿qué
es la inteligencia artificial? Es una función con la cual las máquinas aprenden a realizar tareas, en lugar de simplemente hacer cálculos que son ingresados por usuarios humanos. “La inteligencia artificial básicamente intenta enseñar a las computadoras a ’pensar’ de la misma manera que el cerebro humano”, dice la doctora Despina Kontos, investigadora sobre inteligencia artificial de la Universidad de Columbia.
Existen varios tipos de inteligencia artificial: el Aprendizaje Automático, que es un enfoque de la IA en el que se desarrolla un algoritmo de computadora (una serie de reglas y procedimientos) para analizar y hacer predicciones a partir de datos que se introducen en el sistema, como en el uso de mapas y predicción de tráfico (Waze o Maps); las Redes Neuronales, que es un enfoque de aprendizaje automático modelado a partir del cerebro en el que los algoritmos procesan señales a través de nodos interconectados llamados neuronas artificiales, que se han utilizado con éxito para reconocer y predecir patrones de señales neuronales involucradas en la función cerebral; y el Aprendizaje Profundo, que es una forma de aprendizaje automático que utiliza muchas capas de computación para formar lo que se describe como una red neuronal profunda, capaz de aprender de grandes cantidades de datos complejos y no estructurados, y son las responsables de los asistentes virtuales controlados por voz, así como de los vehículos autónomos que aprenden a reconocer las señales de tráfico.
Esta tecnología se ha extendido al campo de la salud, y los investigadores están explorando formas de aprovechar el poder de la inteligencia artificial para mejorar su cuidado, las cuales incluyen ayudar con el diagnóstico y el tratamiento de problemas médicos. Las áreas en las que se aplica la IA son la Radiología, que aprovecha su capacidad para interpretar los resultados de las imágenes y puede
ayudar a detectar un cambio minúsculo que un clínico podría omitir por accidente, detectar las primeras señales de algunas enfermedades puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Otras áreas de aplicación de la IA son la Telesalud, ya que los dispositivos portátiles permiten el monitoreo constante de un paciente y la detección de cambios fisiológicos que pueden proporcionar señales de alerta temprana de un evento como un ataque de asma; y los Cuidados clínicos, fortaleciendo los sistemas de apoyo a la decisión clínica, los cuales utilizan observaciones de la salud y conocimiento de casos para ayudar con las decisiones de un tratamiento.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), que forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, son la principal fuente de financiamiento para la investigación médica en el mundo, incluidos los estudios para probar la inteligencia artificial en muchas áreas de la medicina, entre ellas, el diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer (EA), que representa entre el 60% y 70% de los casos de demencia y que se proyecta que para 2030 alrededor de 7 millones de personas en América Latina y el Caribe vivan con esta enfermedad.
Existen diversos proyectos de investigación, uno de ellos puede analizar escaneos oculares y detectar signos de Alzheimer antes de que aparezcan los síntomas; otro estudio está utilizando el aprendizaje automático para desarrollar escaneos de retina y análisis de sangre con el objetivo de identificar a personas en riesgo de desarrollar Alzheimer y otras formas de demencia; también existen estudios que analizan la información proporcionada por la técnica de neuroimagen que permite identificar áreas del cerebro durante su actividad, y detectar cambios en el tejido cerebral durante las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, teniendo el potencial para su detección y tratamiento tempranos; otro estudio con fines predictivos, identifica patrones que conectan el Alzheimer con otras condiciones médicas; uno mas, basándose en la disminución progresiva de las capacidades cognitivas que pueden conducir a un deterioro del habla y del lenguaje, exploran un modelo mediante el aprendizaje automático, capaz de hallar signos de esta enfermedad en las
personas mediante el análisis de los patrones del habla.
A lo largo de los años, se han estudiado las características individuales del Alzheimer, pero las causas exactas de la enfermedad aún son un desafío. Los investigadores argumentan que la inteligencia artificial podría abrir una nueva era en el diagnóstico de esta enfermedad neurológica, que sigue siendo difícil de identificar y tratar.
No obstante, la colaboración interdisciplinaria y inteligencia artificial trabajan juntas rumbo a un futuro más esperanzador . La predicción temprana del Alzheimer podría allanar el camino para intervenciones preventivas y tratamientos más efectivos.
Este enfoque no sólo tiene implicaciones clínicas, sino también sociales y económicas, ya que se podría intervenir antes de que los síntomas se manifiesten plenamente, mejorando la calidad de vida de los pacientes y reduciendo la carga para las
familias y los sistemas de atención médica.
Referencias:
https://salud.nih.gov/recursos-de-salud/nih-noticias-de-salud/la-inteligencia-artificial-y-su-salud
https://www.nibib.nih.gov/espanol/temas-cientificos/inteligencia-artificial-ia
https://www.infobae.com/salud/ciencia/2023/10/11/la-ia-y-una-nueva-era-en-el-diagnostico-del-alzheimer-puede-ser-el-ojo-una-puerta-para-su-deteccion/
https://www.informador.mx/tecnologia/Salud-La-IA-puede-prevenir-problemas-de-salud-mental-Esto-revela-estudio-20240729-0118.html
Karin Salazar Castillo
¿Qué son las caídas? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una caída se define como un evento que es la consecuencia de cualquier acontecimiento que precipita a la persona al piso contra su voluntad.
Suele ser repentina, involuntaria e insospechada y puede ser confirmada por la persona o por un testigo.
Con el avance de la edad aumenta el riesgo de las caídas, las cuales son más peligrosas para las personas adultas mayores, ya que afectan su calidad de vida, ya que pueden tener consecuencias como lesiones, fracturas, incapacidades funcionales, pérdida de la independencia, hospitalización, e incluso la muerte.
Entre las personas adultas mayores existe un temor generalizado a sufrir caídas, incluso en aquellas personas que aún no las han tenido, y quienes ya las han experimentado, temen caerse nuevamente. Superar este temor ayuda a que la persona adulta mayor pueda mantenerse activa, a cuidar de su salud física y justo a evitar futuras caídas.
Cabe resaltar que la mayoría de las caídas se producen en el domicilio o en sus alrededores, generalmente durante el desempeño de actividades cotidianas como caminar, cambiar de posición o ir al cuarto de baño.
Sin embargo, la mayoría de estas caídas puede prevenirse de forma sencilla.
Adicionalmente se sugiere consultar con su médico sobre el consumo de calcio y vitamina D que pueden ayudar a mantener los huesos fuertes y sanos, y aunque no prevendrán una caída, si ésta ocurre, podría prevenir la fractura de la cadera u otro hueso.
La actividad física diaria de al menos 20 minutos también ayuda para fortalecer los músculos.
Si se llegare a sufrir una caída, ya sea que esta suceda en la casa o en otro lugar, Una sugerencia adicional de prevención es que la persona adulta mayor lleve consigo sus anteojos y un teléfono móvil mientras traslada por la casa, este simple acto podría hacer más fácil llamar a alguien si necesita ayuda.
Otra opción es agendar una vez al día una llamada con un familiar o amigo para monitorear su estado; o bien estar conectada a un sistema de respuesta de emergencia que le permite presionar un botón especial para pedir ayuda, incluso este sistema ya está integrado en algunos teléfonos o relojes inteligentes Tener huesos sanos no prevendrá una caída, pero si se cae, podría prevenir la fractura de una cadera u otro hueso, lo que puede conducir a una estadía en el hospital o asilo de ancianos, discapacidad o incluso la muerte.
Consumir suficiente calcio y vitamina D puede ayudar a mantener los huesos fuertes.
La actividad física también ayuda. Trate de hacer por lo menos 150 minutos por semana de actividad física.
Referencias:
https://www.nia.nih.gov/espanol/caida/prevenga-caidas-fracturas
Por: Karin Salazar Castillo
En la entrega anterior comentamos el gran agobio que causa a la familia un diagnóstico de demencia, y dijimos también que es necesario armarse de paciencia e investigar, porque la información genera conocimiento, da tranquilidad y permite a las personas cuidadoras planear el cuidado para conseguir mantener la motivación y la actividad de la persona que se cuida, lo cual es fundamental para su calidad de vida y la de las personas cuidadoras.
Mantener la motivación de la persona que se cuida está condicionado no sólo por llevar a cabo actividades interesantes, sino por el entorno en el que vive la persona, el ambiente de las relaciones en casa, si son positivas, tensas o conflictivas, ello influirá en su vida diaria. Pero la falta de paciencia ante determinadas situaciones es lo que más puede conflictuar el ánimo de la persona cuidadora y de la familia en general.
La paciencia es una virtud, y se considera que es algo que se tiene que trabajar de manera interna como un desarrollo personal para el control emocional, lo cual está bien, pero también es una habilidad que se puede gestionar siendo conscientes que el entorno que nos rodea nos afecta, y que hay cosas que no pueden cambiarse, como la demencia misma, pero otras situaciones si pueden disminuirse y hacernos tener calma.
Algo que es muy común y que es de las situaciones que más hacen a las personas cuidadoras perder la paciencia, son las preguntas repetitivas, que implican contestar una y otra vez lo mismo, genera desgaste en la persona cuidadora, sin embargo, la persona que se cuida necesita saber las respuestas a lo que pregunta. Esto puede prevenirse a través de mejorar el propio entorno, si por ejemplo la pregunta es ¿qué día es hoy? Puede buscarse la ayuda de un calendario grande y legible y si es posible que la persona lo coloque en un lugar que le agrade y sea visible para ella, de manera que cuando vuelva a preguntar la persona cuidadora pueda ayudarle a encontrar la respuesta por sí misma a través de la ayuda visual del calendario.
Este ejercicio del calendario en el caso personal con mi mamá fue muy efectivo, por las mañanas señalaba el día, mes y año y describíamos cómo estaba el día y qué tipo de ropa se iba a poner, cuando tenía duda, acudíamos al calendario. Antes de conocer esta estrategia, mi técnica era fomentar que encontrara la respuesta por sí sola, es decir, a la pregunta de ¿qué día es hoy? Yo respondía, por ejemplo, ayer fue lunes, y ella sola decía, entonces hoy es martes.
Cómo esta situación, hay muchas otras específicas para cada persona en particular, por lo que el siguiente ejercicio es muy recomendable, y aunque requiere invertir tiempo, es una inversión que hará que la calidad de vida tanto de la persona cuidadora como de la persona que se cuida sea mucho mejor:
1. Elaborar un listado de todas aquellas situaciones que nos hacen perder la calma, para que podamos ser conscientes de ellas;
2. Organizarlas de acuerdo con la importancia que tuvieron en las relaciones con la persona que se cuida;
3. Estudiar las circunstancias en que se dieron, porque todo comportamiento tiene atrás una razón de ser;
4. Una vez identificadas las causas, ser empático buscando posibles soluciones para prevenirlas, ya sea a través de ayudas visuales, o de otras herramientas.
Otra técnica para gestionar la paciencia que permite controlar las emociones ante situaciones difíciles que se presentan con la persona que se cuida, antes de que se convierta en algo estresante, que es percibido por ella, debido a que suelen ser muy sensibles a los estados de ánimo y a la comunicación no verbal, es:
1. Respirar profundo y seguir respirando antes de actuar ante una situación difícil y durante el desarrollo de esta;
2. Mantener una buena postura y expresión facial es de mucha ayuda, tratar de presentar una sonrisa en la cara, aunque sea forzada, ya que este semblante ayuda a calmar a la persona que se cuida;
3. Recordar que, ante cualquier situación difícil, las personas con enfermedades degenerativas, demencias o Alzheimer, no lo hacen para molestar, sino que son una consecuencia de la enfermedad, por lo que se debe evitar discutir para aliviar la tensión del momento;
4. Volver a respirar y pensar que la solución está bajo el control de la persona cuidadora para llevar la situación al mejor término posible.
Estos ejercicios parecen fáciles, pero requieren de práctica para llevarlo a cabo, hacerlo dará calma y tranquilidad y mejorará la relación con la persona que se cuida.
Referencia:
https://refrescamelamemoria.com/blogs/noticias/3-practicas-para-mejorar-la-paciencia-en-el-cuidado-de-personas-con demencia
Colaboración: KARIN SALAZAR CASTILLO
TODAS LAS PERSONAS A LO LARGO DE SU VIDA EXPERIMENTAN UN DESARROLLO FISIOLÓGICO Y MENTAL QUE ESTÁ DETERMINADO POR SU INTERACCIÓN CON EL ENTORNO SOCIOCULTURAL EN EL QUE VIVE, Y DEBIDO A ESA INTERACCIÓN ES QUE VA CONFORMANDO LO QUE HACE, SIENTE Y PIENSA, POR LO QUE LOS PERIODOS O ETAPAS DE VIDA EN QUE SE CATEGORIZAN LAS EDADES SON MUY VARIADOS Y CAMBIANTES DE ACUERDO CON EL ESPACIO, TIEMPO Y ESTRUCTURA SOCIAL.
EN MÉXICO, LA LEY DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES EN SU ARTÍCULO TERCERO FRACCIÓN I, ESTABLECE QUE SE ENTENDERÁ POR: PERSONAS ADULTAS MAYORES. AQUELLAS QUE CUENTEN CON SESENTA AÑOS O MÁS DE EDAD Y QUE SE ENCUENTREN DOMICILIADAS O EN TRÁNSITO EN EL TERRITORIO NACIONAL.
POR TANTO, SE CONSIDERA COMO ELEMENTO DE CLASIFICACIÓN, A LA EDAD CRONOLÓGICA O DE CALENDARIO, CUYA NATURALEZA ES ESENCIALMENTE BIOLÓGICA.
DEBIDO A LA DIVERSIDAD DE VEJECES, EL INCREMENTO DE LA ESPERANZA DE VIDA, LA REDUCCIÓN DE LA FECUNDIDAD, LOS AVANCES DE LAS CIENCIAS MÉDICAS, ENTRE OTROS FACTORES, LAS PERSONAS AHORA TIENEN LA POSIBILIDAD, COMO NUNCA HABÍA OCURRIDO, DE PASAR VIVIENDO MÁS AÑOS EN UNA ETAPA DE SU VIDA, LOS SESENTA Y MÁS, CÓMO LO MUESTRAN LOS ÍNDICES DE ENVEJECIMIENTO PUBLICADOS POR EL INEGI, QUE ENTRE 1990 Y 2020, PASÓ DE 16 A 48 PERSONAS ADULTAS MAYORES (60 Y MÁS AÑOS) POR CADA CIEN NIÑOS Y JÓVENES (0 A 14 AÑOS).
ALGUNAS PERSONAS ADULTAS MAYORES SON DEPENDIENTES O DISFUNCIONALES, DEBIDO A QUE PRESENTAN UNA LIMITACIÓN PARA EFECTUAR LAS TAREAS MÍNIMAS NECESARIAS PARA VALERSE POR SÍ MISMOS, POR LO QUE NECESITAN AYUDA PARA LLEVAR A CABO SUS ACTIVIDADES COTIDIANAS, ESTO HACE NECESARIO GARANTIZAR LA CALIDAD DE VIDA DE LAS PERSONAS DEPENDIENTES. POR ELLO, EL PAPEL DE LAS PERSONAS CUIDADORAS, ADQUIERE UNA GRAN RELEVANCIA.
“UNA PERSONA CUIDADORA ES QUIEN ASUME LA RESPONSABILIDAD TOTAL DEL PACIENTE AYUDÁNDOLE A REALIZAR TODAS LAS ACTIVIDADES QUE NO PUEDE LLEVAR A CABO.
GENERALMENTE ES UN MIEMBRO DEL CÍRCULO SOCIAL INMEDIATO (FAMILIAR, AMIGO/A O INCLUSO VECINO/A), QUE NO RECIBE AYUDA ECONÓMICA NI CAPACITACIÓN PREVIA PARA LA ATENCIÓN DEL PACIENTE” 1 .
“LAS INVESTIGACIONES REALIZADAS MUESTRAN QUE LA FAMILIA HA SIDO Y SIGUE SIENDO LA PROVEEDORA PRINCIPAL DE CUIDADOS” 2 , POR LO QUE ES LA RED DE APOYO MÁS IMPORTANTE PARA LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES, TENIENDO UN CARÁCTER
1 Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores. Blog. “Cuidadores y cuidadoras de personas mayores”
(Fecha de publicación 16 de enero de 2020).
https://www.gob.mx/inapam/articulos/cuidadores-y-cuidadoras-de-personas-mayores 2 Daros, William R. “Ancianidad: el entorno social y sus limitaciones”.
http://www.williamdaros.wordpress.com/
INFORMAL, YA QUE NO DISPONEN DE CAPACITACIÓN EN CUIDADOS, NO TIENEN UN HORARIO DEFINIDO, NI RECIBEN REMUNERACIÓN POR SU TRABAJO; NO OBSTANTE, TAMBIÉN PUEDEN CONTAR CON EL APOYO DE VOLUNTARIOS Y/O PROFESIONALES Y TÉCNICOS ESPECIALIZADOS (CUIDADORES/AS FORMALES).
LA FUNCIÓN DE LAS PERSONAS CUIDADORAS, ES AYUDAR A LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES, A REDESCUBRIR SUS CAPACIDADES Y HABILIDADES, ENRIQUECER SU AUTOESTIMA Y HACERLOS PARTE ACTIVA DE UN GRUPO, PRINCIPALMENTE
DE SU FAMILIA.
PERO ¿A QUÉ RETOS SE ENFRENTAN LAS PERSONAS CUIDADORAS? PRINCIPALMENTE, A FOMENTAR LA AUTONOMÍA DE LA PERSONA QUE CUIDA, IDENTIFICANDO TAREAS QUE PUEDA REALIZAR Y POSIBILITARLE EL QUE PUEDA REALIZARLAS; FOMENTAR SU AUTOESTIMA, PROCURANDO QUE SE SIENTAN ÚTILES Y PARTÍCIPES DE LAS DECISIONES FAMILIARES; MANTENER RUTINAS SIEMPRE QUE SE PUEDA, ASÍ COMO SU ESPACIO ORDENADO Y DESPEJADO PARA CUIDAR DE LA SEGURIDAD DE LA PERSONA DEPENDIENTE Y RESPETAR SU INTIMIDAD.
A SU VEZ, PARA CONVERTIRSE EN UNA BUENA PERSONA CUIDADORA, ANTE TODO, DEBERÁ CUIDAR DE SU PROPIA SALUD TANTO A NIVEL FÍSICO, COMO EMOCIONAL Y SOCIAL; APRENDER A PEDIR AYUDA, DELEGAR Y CREAR UNA RED DE APOYO, ELABORAR UN PLAN DE CUIDADOS PARA ORGANIZAR EL TIEMPO, LAS TAREAS, TOMAR DECISIONES, PRIORIZANDO LO QUE ES URGENTE, NECESARIO Y LO QUE PUEDE ESPERAR Y TENER LA INFORMACIÓN DE LOS RECURSOS DE QUE SE DISPONEN PARA ALIVIAR EL ESFUERZO.
POR LO QUE EVITAR AISLAMIENTO Y SOLEDAD REALIZANDO ACTIVIDADES QUE LE SEAN GRATIFICANTES; MANTENER UN TIEMPO DE OCIO Y EXPRESAR LAS EMOCIONES, ACEPTÁNDOLAS Y SOLICITAR AYUDA PROFESIONAL SI ES NECESARIO, REPRESENTAN ESTRATEGIAS PARA EVITAR ANSIEDAD, ESTRÉS E INCLUSO LA DEPRESIÓN.
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Hablemos del cuidado de las personas adultas mayores (IV)
Karin Salazar Castillo
Las personas envejecen de manera diferente, de acuerdo con su herencia, configuración física, personalidad, historia personal y su entorno, este proceso implica una serie de cambios graduales biológicos, psicológicos y sociales asociados a la edad, que son intrínsecos e inevitables, y que ocurren como consecuencia del paso del tiempo, derivados del desgaste de los órganos y sistemas. Pero no siempre el envejecimiento es normal, ya que puede darse un envejecimiento patológico, que se refiere a los cambios que se producen como consecuencia de enfermedades físicas o mentales, adicciones, malos hábitos, etc., que en algunos casos pueden prevenirse o son reversibles, y que pueden requerir de un proceso de adaptación, debido a que pueden dificultar o impedir a las personas, llevar a cabo sus actividades diarias.
Cuando a la familia le informan de un diagnóstico de demencia, el mundo se viene encima, surgen una gran cantidad de preguntas y no son pocas las familias que están padeciendo estas circunstancias, que sienten miedo, estrés y un gran agobio.
Puedo decir que lo primero es armarte de paciencia e investigar. La información genera conocimiento, da tranquilidad y permite a las
personas cuidadoras planear el cuidado.
Generalmente las familias no toman en cuenta los olvidos, cambios de humor y problemas al nombrar las cosas, entre otros, por considerar que son cosas de la edad, y que por lo mismo no se puede hacer nada pues no hay una cura, y se va al médico hasta que ya hay en estado avanzado de deterioro. Hay estudios que indican que los cambios a nivel cerebral empiezan desde 15 años antes de ver los primeros signos de las demencias, sin embargo, existe medicación y terapias que pueden ayudar.
Pero ¿cómo saber si una persona tiene demencia? Cuando presenta uno o más cambios cognitivos y conductuales que le afectan en sus actividades de la vida diaria. Es importante señalar que estos cambios NO forman parte del envejecimiento normal o fisiológico. Entonces cuando hablamos de cambios hay que hacer la comparación entre cómo era la persona antes, qué sí podía hacer o cómo actuaba ante alguna circunstancia y que ahora ya no lo hace o no reacciona igual. Para detectar si nuestro familiar presenta algún síntoma, aquí compartimos diez señales que pueden alertarnos sobre un posible diagnóstico de demencia 1 :
1. Pérdida de memoria, es de los primeros síntomas que se notan, se da por ejemplo cuando no puede recordar hechos recientes, o repite de manera continua de un mismo relato como si fuera la primera vez.
https://refrescamelamemoria.com/ Diez signos de alerta de las demencias www.youtube.com/watch?v=PqYKmyhvT1M
2. Problemas de lenguaje, este síntoma también es de los primeros en presentarse en la fase inicial de la demencia, se refiere cuando la persona no logra encontrar las palabras correctas al hablar, cuando no puede asociar la palabra a su significado, o no encuentra el nombre correcto de las cosas, o bien, no logra identificar el objeto con su función y cuando utiliza muletillas para referirse a las cosas.
3. Desorientación temporal y espacial, la desorientación temporal se refiere a no ubicarse bien respecto al tiempo y al espacio, suele ser progresiva, al principio puede ser sutil al confundir los días, el mes, pero al avanzar puede incluso no saber la estación o el año; no saber donde está, o no reconocer su casa e incluso se puede perder en lugares conocidos.
4. Guardar mal los objetos, cuando los objetos son colocados en lugares que no corresponden, como ropa fuera del armario, fruta en los cajones de la ropa, o tener sus cosas desordenadas, etc.
5. Cambios de ánimo y conducta, cuando la persona se muestra poco participativa, deprimida o que se altere o frustre con cosas que antes no sucedía, evitar paseos o convivencias habituales.
6. Alteración en el juicio, cuando su capacidad de tomar decisiones se ve alterada, al no haber una explicación lógica para algunas conductas que antes no tenía.
7. Problemas en la planificación, cuando tiene problemas para planear la compra del mandado, o realizar un itinerario para hacer la compra, acudir al médico, realizar los pagos de manera oportuna, o no recordar los pasos para utilizar algún instrumento como la lavadora.
8. Cambios de personalidad, son más profundos que los cambios de ánimo, la persona desconfía o sospecha de todos, puede volverse más retraída, o se vuelve más dependiente.
9. Pérdida de iniciativa, no empieza a realizar sus actividades diarias por sí sola, sólo que alguien la incite a participar, de lo contrario puede volverse apática.
10. Dificultades para hacer las tareas cotidianas, esta señal es una consecuencia de todas las anteriores, ya que implica actividades complejas que requieren de memoria y razonamiento y que no puede llevar a cabo.
Algo que debemos resaltar es que las personas cuidadoras y la familia en general deben tener una amplia capacidad de observación, la cual va de la mano del registro de esas observaciones, que les permita tener en cuenta estas señales para un diagnóstico temprano, ya que al atender la enfermedad en una etapa inicial cuando hay menores áreas afectadas, hay un menor impacto en el juicio y toma de decisiones de las personas y puede planificar su futuro junto con su familia, de esta forma, se ayuda a la persona a que el avance de los síntomas sea más lento y haya una mejor calidad de vida, además de que los tratamientos van a funcionar más eficientemente.
Por lo que es necesario una evaluación médica rigurosa y a profundidad, que nos arroje un diagnóstico definitivo. Entonces ¿Qué debemos hacer? primero ir al médico, y que en esa visita esté acompañada de alguien que le conoce bien, para que establezca si hay cambios significativos que deban reportarse al médico, efectuar un registro de las observaciones de cada día y asegurarse de que se realicen todas las pruebas solicitadas por el médico.